En realidad el término "artesanía" es muy reciente y está acuñado sobre el sustantivo artesano, de origen mucho más antiguo; lo que hoy denominamos como producción artesanal era el tipo característico de producción anterior a la Revolución Industrial; en sus primeras etapas la producción artesanal sigue subsistiendo en los sectores más alejados del mercado, especialmente en el campo, pero con la extensión de la producción industrial, queda cada vez más relegado a aquellas actividades que no ofrecen posibilidad de mecanización a gran escala o a la producción y demanda de artículos de lujo en los que se sacrifica la cantidad a una mejor calidad, en los procesos que no se ajustan a ninguna de estas dos vías, los procesos desaparecen sustituidos por materiales sintéticos o de un costo mucho más bajo.
Producto de la diferencia entre lo fabricado con métodos preindustriales y lo fabricado con métodos industriales.
Que sus artífices más bien pretenden lo contrario: anular las diferencias entre las cazuelas de una misma serie, porque en la exacta igualdad de su tamaño y de su aspecto reside la maestría y la satisfacción del producto bien hecho. De hecho, si no se consigue la uniformidad entre los objetos de una misma serie no será porque no se intenta.
Aquí radica la principal diferencia entre la especialización antigua y la moderna. El especialista de hoy sólo debe y sabe hacer un trozo de la obra total; el maestro antiguo solía saber hacerla entera aunque estuviera rodeado de ayudantes.
La actividad artesana no podría definirse si junto a ella no existiera la industrial; y además no se restringe a los oficios tradicionales sino que cualquier actividad, sea de ámbito doméstico o rural, retribuida o no, que no haya sido afectada por los principios de la especialización y la división moderna del trabajo, es también artesanía. Gran parte de la actividad artesana actual termina en productos de consumo alimenticio o de otros tipos y no siempre se limita su producción al marco de la casa sino que se halla presente en los sectores más variados de cualquier ambiente social.
El propio taller, las sobadas herramientas y las formas heredadas de sus ancestros adquieren junto con la idea de la necesidad de una perpetuación de las técnicas, ribetes cuasi sagrados. Conculcar este "orden" puede suponer, por ello, una "traición". De ahí que, en parte, se explique la inmovilidad de estos sectores artesanos de carácter tradicional frente al dinamismo y renovación demostrada por los nuevos que, al carecer de una tradición a la que tomar por modelo, se ven impelidos no sólo a inventar o recrear sus trabajos, sino, en ocasiones, a incorporar técnicas nuevas, más complejas, para llevar adelante sus creaciones.
Los sacrosantos valores de la tradición y la territorialidad, ligados a la artesanía, se nos manifiestan cada vez más caducos, al tiempo que el terreno en que ésta se mueve, aunque impreciso y desdibujado, se nos revela bullicioso, agitado, vivo.
El heredero de unas técnicas o saberes que repite. Creo que el artesano, en la actualidad, es más un rebelde o un inadaptado, que un pasivo reproductor de saberes añejos.
Bueno. En principio, pues para hacer alfombra lo que se necesita, ya sabemos, pues el telar, que son telares de alto lizo. Entonces lo primero que se hace es colocar la urdimbre. Urdimbre son los hilos verticales. Y estos hilos son de algodón. A continuación, una vez colocada la urdimbre, se pone el dibujo, que previamente se ha hecho sobre papel, detrás de la urdimbre y se calca. Y se calca, siguiendo el dibujo y marcando hilo a hilo. Es un proceso muy lento. Y a continuación ya, una vez colocao, se ha calcao el dibujo, pues ya se inicia la alfombra. Previamente se hace un tejido, que sirve de soporte para los nudos, y a continuación ya, pues nudo a nudo, se hace por filas, que el nudo es de lana, y luego, después de cada fila de nudos, se pasa un tejido por entre los hilos verticales, la urdimbre, y se aprieta con un [ruido:¿?]. Y realmente es ése el proceso. Y luego, bueno, eh... Según se va haciendo la alfombra, pues todo el dibujo no se puede hacer a la vez, se va enrollando en el cilindro de abajo del telar y se vuelve a [palabras incomprensibles] y así sucesivamente hasta terminar. Por lo tanto, los materiales son: algodón para la urdimbre, lana para el nudo y yute, el tejido que va después de cada fila de nudos.
Y todos hacen ruidos, todos, que trabajando se hace ruido, hasta con una máquina de escribir: tacatác, tacatác, tacatác. [...] Una guadaña hace ruido también hace [imita el sonido]; quizás segando con la hoz, ahí hace menos ruido, pero también produce sonido cuando choca la mies del puñao, con la, con el corte de la otra mies, ¿verdad? Y el movimiento ese pues hace ruido. Y trillando también se hacía ruido, los trillos sobre la parva y las pisadas de las caballerías [...] Como decíamos, la guadaña, la hoz, el azadón, la zada trabajando, el arado con mulas, todo el trabajo, cuando se trabaja hace ruidos.
Pues los sonidos... son, eso... Sonidos de martillazos, de algo que estamos enderezando o lo que sea, ruido de esto, de... Por ejemplo la fragua, si esto que se hace en este taller es de mucho ruido. Luego muchas veces está la rebarbadora andando, la rotoflex, otro pegando martillazos, y luego para cortar. Pues eso, que se hace mucho ruido...
O sea que es una cosa buena pero no puedes trabajar, porque si fuera un trabajo más cómodo, cuando cortas la radial, entonces si, porque no haces esfuerzo ninguno, entonces si, pero en otros trabajos no.
Que hoy en día, aunque habría trabajo, los padres no quieren que los hijos aprendan. Sí, se conoce que ellos han pasao por otros tiempos más duros, que el oficio lo requería, porque hoy es un oficio muy llevadero, muy fácil, aparte que hay más máquinas que entonces, y además yo creo que con cierto porvenir para, para éstos que empiezan ahora, hay muchos monumentos que tenemos que conservarlos. Y los hijos, creo que pregunta usted a todos los que hay aquí, no, vamos, lo más lejos posible de la piedra.
Pero mi oficio de verdad es herrero, aunque estoy aquí de cantero, mi oficio es herrero, para arreglar las herramientas a los canteros precisamente. Y entonces pues yo en la fragua fue a menos, pues yo entré en la piedra y aprendí poco a poco. Sabía un poco y aprendí poco a poco hasta que aprendía a trabajar la piedra.
1 | Tafillo de hurón | 22 | 12 |
2 | Tafillo chiquico | 30 | 22 |
3 | Tafillo corriente | 38 | 28 |
4 | Tafillo de cordero | 53 | 37 |
5 | Boretaú pequeño | 55 | 45 |
6 | Boretaú grande | 60 | 50 |
7 | Piquete pequeño | 68 | 45 |
8 | Piquete grande | 80 | 52 |
9 | Ovejera | 95 | 60 |
10 | Ovejera chata | 80 | 65 |
11 | Carnera pequeña | 115 | 60 |
12 | Carnera grande | 125 | 63 |
13 | Cabrera pequeña | 150 | 80 |
14 | Cabrera grande | 162 | 85 |
15 | Cañón pequeño | 205 | 95 |
16 | Cañón mediano | 260 | 110 |
17 | Cañón grande | 300 | 114 |
Esto es el metal, el latón… ¡que le echamos dentro! Y alguno quisieran coger los pastores y digo: "Te pondrían un letrero ahí, ¡tus letras! ¡Y te la llevarías tú a casa! ¡Pa que te se seque en casa! ¡Y cuando vengamos ponerle un señal y la echarías tú a la fragua -digo- y luego cuando saliera te la habrías de llevar! ¡Y cuando salieras por la calle -digo- la tirabas allá… a los bancales!" Digo, ¡porque dicen que nos hace duelo esto! ¡El metal! ¡Y han de llevar lo justo! ¡Si llevan poco, `falsas'.!Y si llevan mucho… o se tapa media ansa, o se hace aquí… hay un canto duro o… un rebalso, y eso ya no sirve para ná! Porque cuando ahora mismo éstas ya les echamos cincuenta gramos de metal y les echamos sesenta por aquí fuera o por aquí, se les ase un canto así gordo, que decimos, un rebalso, y ésa ya no tiene sonido. ¡Ya no vale! Las hemos de volver otra vez a envolver con arcilla, pa metelas a la fragua ¡pa que se vaya d'ahí ese metal! ¡Eso es después que están cocidas! Al cocerlas es, en vez de llevar el metal tendido por ahí por todo, si les sobra hay veces que igual si les recoge en un rincón ahí de estos y otras veces … A lo mejor desde ahí hasta aquí. ¡O aquí en medio de la boca! Y eso ya pa'l sonido ya no sirve. Y otras se les tapa ahí el ansa o se les hace ahí un pitón gordo, que les quitamos con el cortafríos.
EL REFINAR. Todavía hay que conseguir lo más importante, el sonido. Cada esquila se prueba, y prácticamente todas han de pasar por una operación de afinado para subirle o bajarle el son y conseguir el propio de cada una de ellas. Para esto el esquilero las prueba golpeando el interior de la boca por medio del badajo, que sostiene en la mano, y que corresponde a una canilla de oveja o a un palo de teda, pulido por el uso. Emplean dos métodos de afinar que se basan en variar la caja de resonancia del esquilo, una cambiando la forma de la boca, así se consiguen sonidos graves con bocas ovaladas y agudos con bocas redondas. Otra forma es golpeando el borde de la esquila, para lo cual emplea el martillo de boretar y se apoya en la bigornia. La huella que esta operación deja en la esquila se llama acequia, con ella se consigue subir el sonido si está bajo, ya que al ondularse la chapa se hace más fuerte que si está lisa.
EL ACABADO FINAL. Cuando la esquila ha salido en buenas condiciones, a veces presenta un colorido que no es atractivo para el comprador, pues aunque todas son de idéntico material el efecto de la flama ha podido darles un color negruzco. Pero los pastores que son pitos no se finan en esto, sino en el sonido. El color amarillo les hace parecer mejores. Para conseguirlo, lijan la superficie de la esquila con un esméril manual, y desde hace un año se emplea con este fin una limadora eléctrica.
Afinar, al final de todo… La mayoría siempre salen gordos, el sonido… Aquí se les pega una pasada y se adelgaza un poco toda la boca y entonces es cuando bajan y llevan el sonido que nosotros buscamos. Luego en el sonido… sonido más majas, o chillonas o que lloran. Chillonas es que hacen "tirrín, tirrín", como las campanas estas de bronce. Y ese sonido es el que no… sirve pa los animales. Ése las ensorda a los animales, nos dicen los pastores, y no siguen al sonido. Y el que es un sonido seco, que es el que nosotros buscamos que ya sabemos de los pastores, ese sonido ya las ovejas ya siguen en un pelo… en un montón todas juntas y siguen al ruido del cencerro… Y esas que lloran, pues ésas, no son buenas. Porque a lo mejor… que llevan dos sones juntos… como si fueran dos sones en uno… que lloran, y eso les decimos nosotros. [¿Una buena sólo tiene un son?] ¡Sólo! [¿Se pegue en cualquier lao que se pegue?] ¡Sólo! [Se pegue aquí o aquí siempre tiene el mismo son.] ¡Siempre! Lo único que también, si los coges de aquí [de la parte superior de la esquila, no del asa], ¡ya tiene un sonido más seco! Y si las coges de aquí arriba ya sacan otro sonido. Hay algunos pastores que dice: "¡La que toca bien de aquí, ya ésa siempre es buena!" ¡Costumbres que tienen! ¡Cogiéndola de así, que ya le quita un poco! Del, del sonido, al cogerla con la mano así, ya le quita algo del sonido… [Con las grandes es lo mismo.] Es lo mismo, todas. Igual en las pequeñas que en las grandes.
3.- EL SONIDO. Es uno de los componentes más importantes de todo el proceso, de hecho es el objetivo último de toda la fabricación. No obstante, es la parte menos diferenciada lingüísticamente en cuanto a la existencia de términos precisos y diferenciados de la lengua común. Probablemente pueda ser debido a que no se utiliza instrumental o aparatos de medición objetiva y se fía al buen oído del esquilero, mientras que todas las partes restantes del proceso se concretan en objetos tangibles y resultados manuales. La misma naturaleza del sonido, unida a esa falta de aparatos de medición, explica el tipo de terminología usada. Como característica general del léxico de este campo podemos ver que todo él pertenece a la lengua común. Al tener que especializarse, aunque de forma poco clara y rudimentaria, sigue un doble proceso: restricción de significado de los términos comunes y, sobre todo, metaforización de los mismos, unida en muchos casos a la perífrasis o a frases de tipo poético. a) Para denominar las operaciones se emplean los siguientes términos: toda la operación refinar, probablemente cruce del significado que el término tiene en metalurgia (quitar impurezas o defectos) y el de acústica (afinar un instrumento). Se trata, sin duda, del término más específico y preciso empleado. Las partes concretas de esta operación general reciben denominaciones más imprecisas y poéticas: - pegar una paliza: machacar el borde para conseguir un sonido más grave o blando, según convenga. - rebajar: dejar una esquila más aguda. - hacer una zaica (ceiquia, acequia): efectuar una hendidura en el borde inferior a una distancia muy corta (2 mm) de la boca. Se realiza con el martillo y el yunque y sirve para subir el tono. b) En cuanto al sonido se le denomina son, con lo cual se precisa más el significado "sonido agradable". Por eso nos dirá hay que dales el son y toda esta traca como algo complicado. Los diferentes matices reciben los siguientes nombres, la mayoría de ellos creados por metaforización sinestésica, como en la lengua común: Chillón: armónico que suena con mucha intensidad, superior al fundamental. Falso: falta de timbre apropiado en una esquila porque se le ha ido el metal. Gordo: sonido agudo. Su contrario será blando, grave. Seco: sonido con pocos armónicos o que se oye poco. Otras expresiones relacionadas con el sonido: Llorar: cuando una esquila produce un sonido con 25 sones, esto es, los armónicos se oyen mucho. Tener sangre: se refiere a la cantidad de metal y al timbre. Con mucha sangre suena muy fuerte y si falta sangre, flojo. Tener voz: tener cuerpo o potencia el sonido de la esquila. Volandera: esquila que tiene el sonido más gordo (agudo). Esquilas que tocan a misa: expresión local, debido a que tiene un sonido parecido al del campanico de la iglesia usado para tocar a misa.
¡Costumbre! ¡Y como hay que tocarlas! Pa tocarlas, lo que digo, hay que tocarlas así: porque los animales, lo mismo le pués pegar así, que le pués pegar así.
Ésta es más llorona, más llorona, que lo decimos nosotros. No sé si se darán cuenta en el son. ¡Ésta a lo mejor parece que sea que está demasiao alta! ¡Y al bajarla a lo mejor sale el son… ido! Es porque esto hay que subilas… ¡Te toca bajalas y de todo! Ésta… que lleva ahí una cosa como si llevara algún trocico apegao por ahí, suelto, se oye en el sonido…
¡Son de todos! De cuerno, y el hueso que tenemos nosotros na más es pa probarlas. Pero pa los pastores es de madera, ¡que sea dura! De los pinos, de los ñudos, y de boj y de espino, de la raíz del espino o de aliaga… Y luego de cuerno de cabra y cosas d'esas. Se lo preparan ellos ya… Lo único que les pongo, con un alambre… que no veo, ni puedo poner… El badajo, los pone mi hijo… Pero lo esencial del badajo es eso, tiene que ser en esas condiciones. Con el palico y todo. Es como tiene que ser el badajo.
[¿Y el badajo donde tiene que pegar? Bajo de todo o en la mitá…] En el canto… o… ¡como venga! Lo mismo tiene una mano que otra.