La catedral cuenta con dos torres a los pies del templo, en los que hay campanas, sin una especialización clara como en otras iglesias, es decir una torre dedicada a las campanas litúrgicas y la otra dedicada a las del reloj.
Denominaremos la torre de la derecha, viendo desde la puerta de los pies, como torre este, y torre oeste a la de la izquierda o nave del evangelio, aunque esta orientación no es del todo exacta.
La primera electrificación, de los años 90, parece que instaló motores de balanceo a las campanas medianas, con el resultado de una rota, y de volteo a las cuatro menores, permaneciendo las cuatro mayores inmovilizadas y tocadas manualmente, aunque la tercera y la cuarta también estaban dotadas de cigüeñal para el volteo.
En la actualidad parece que ocho campanas voltean completamente, las cuatro medianas con un yugo reducido de madera, mientras que las dos mayores son tañidas mediante electromazo exterior, incluso doble en la mayor. Las otras dos permanecen mudas.