Según turiaso.com
La torre, que había sido comenzada en el siglo XIII, siguiendo una estructura románica en sillería, fue proseguida en ladrillo por alarifes mudéjares (Alí Darocano, 1496-97; Muza de Vera, hacia 1509). En tiempos del obispo D. Pedro Cerbuna se concluyó, encargándose la obra de los últimos cuerpos a Juan Guaza y Juan Villanueva, en 1588.
La torre ha sufrido diversas intervenciones, que modificaron sus vanos, y le dieron un mejor acabado exterior. Sin embargo las dos o tres primeras estancias, de la parte baja, se encuentran en mal estado, casi derruídas, mientras que la parte de ladrillo se encuentra mejor conservada.
Debido a sus pequeñas dimensiones, el acceso de una a otra planta se realiza mediante escaleras de madera, casi verticales, que van enlazando los distintos niveles hasta llegar a la sala de las campanas del reloj.
No se tocan las campanas desde el cierre por restauración de la Catedral, en 1985.