La torre gótica de la iglesia Santa Catalina. - Autor: A.T.
El Ayuntamiento da un plazo de tres meses para iniciar la actuación por «peligro de derrumbe» pero el párroco no ha recibido la autorización
La torre gótica de la iglesia Santa Catalina. - Autor: A.T.
Las obras de consolidación de la torre del campanario de la iglesia Santa Catalina de Alzira deberán comenzar antes de tres meses. Así lo determinó la junta de gobierno el miércoles al haber recibido el informe territorial de la Conselleria de Cultura por el cual se autoriza esta intervención que el Ayuntamiento cataloga de "urgente" ante el riesgo de desplome de esta parte del edificio. Al tratarse de un templo declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2004 es necesaria la autorización de conselleria para realizar cualquier tipo de actuación.
"Si no se atiende a este requerimiento, el Ayuntamiento iniciará la ejecución forzosa que está valorada en 87.000 euros ya que existe un peligro de caída de parte de la torre", señala el alcalde de Alzira, Diego Gómez.
Una autorización que todavía no ha recibido el párroco de Santa Catalina por lo que asegura que desconoce si la Conselleria de Cultura ha aceptado el proyecto de consolidación que le presentaron en septiembre.
"No es verdad que esté en riesgo de desplome, eso es cosa del Ayuntamiento. Si es así Cultura no debería haber tardado casi dos meses en contestar", comenta el párroco Enrique Masià que señala que si se acepta su propuesta de intervención no habrá problema para empezar las obras.
Unas obras que por el momento serán financiadas íntegramente por la comunidad parroquial ya que se ha pedido la colaboración del consistorio pero no se ha obtenido respuesta.
Fue en marzo de este año cuando la iglesia recibió el primer requerimiento municipal en el que se solicitaba que se consolidase la torre por riesgo inminente de desplome y se procedió a vallar la zona. Sin embargo, Masià recuerda que el estudio sobre esta situación delicada del monumento se había realizado nueve meses antes del requerimiento.
Las diferencias entre los responsables de Santa Catalina y el Ayuntamiento de Alzira vienen de lejos. El párroco señala que la intervención del campanario no es prioritaria y asegura que se debería restaurar antes la sacristía "para dejar la torre exenta y sin sacristía no hay iglesia".
Para ello en 2015 se elaboró un plan director en el que se contemplaban todas las necesidades de la iglesia en materia de conservación pero éste no cuenta con el beneplácito de la administración, necesario para actuar en este bien protegido.
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