SANZ PLATERO, Daniel - Las campanas de Peñafiel

Las campanas de Peñafiel

Desde tiempos inmemorables, las campanas han servido para todo: concejo, trabajo, la hora del tan ansiado descanso, el Ángelus del Mediodía, Procesiones, descanso de difuntos y fiestas. Antes de la reconquista las campanas de Peñafiel no existían. Sobre los años de 1290-1300 llegarían a los principales pueblos y ciudades y a partir del 1350 llegarían a las aldeas y pueblos lejanos.
Los Peñafielenses del siglo XVII estaban dirigidos por la iglesia. Su vida se organizaba alrededor de ella. En ella nacían, y en ella eran enterrados generalmente. Cuando eran enterrados, pagando sus rentas a la iglesia, los sacerdotes salían con la cruz alzada y sin toque de campanas no había entierro digno, por muy noble que fuese el finado. En realidad, sin cruz y campanas no había fiesta religiosa digna de reseñarse y sin el sonido de las campanas, ya no había ni pueblo. Por eso el obispo cuando quería anular al pueblo, le quitaban las campanas.
Sus toques convocaban a los fieles tanto fiestas religosas, como profanas. A las fiestas, cabildos parroquiales, al concejo, al trabajo, y al descanso.
Generalmente las campanas eran de bronce, aunque algunas veces se funden con material noble, regalo de algún poderoso, como la campana de plata que se puso en la capilla del Santísimo Cristo de la iglesia de Santa María de Mediavilla, por orden de los Villanueva.
En la torre no podía faltar una campana "gorda o grande" que se hacía tocar en los actos solemnes. En 1679 el visitador del obispo de Palencia, manda que se toque la campana grande al alzar, cuando fuese el momento de la consagración, para avisar a los que no se encontrasen dentro de la Iglesia, ese momento muy importante.
Aunque el cuidado de las campanas era constante, sin embargo el vaivén de los toques, la violencia de los volteos hacía siempre que estos instrumentos tuvieran algún fallo. Volteaban las campanas con tanto brío que alguna vez se cayeron los badajos en el tejado de la iglesia produciendo grandes destrozos.
La parroquia, generalmente mandaba fundir las campanas. Los materiales se traían de Fuente-Piñel. Unos se encargaban de Hacer el Molde, otros traían bebida para los fundidores, y otros se dedicaban a tirarla (sin ningún Miramiento, en realidad la tenían que partirla para fundir el metal.
Pasando la época del Siglo XVI, Peñafiel sufre la desesperación del Hundimiento (por Ruina) de unos 8-9 templos, Románicos y Góticos.
El tiempo pasa en Peñafiel y las desamortizaciones hacen que Peñafiel pierda algún monumento de Fundación Monástica. Se perderían en la época de Mendizábal, Sus 2 Conventos (uno de San Francisco y Otro de Dominicos)
La suerte no pasa desapercibida, y uno de los templos más importantes de Peñafiel, La iglesia de San Salvador de los Escapulados, es mandada derrumbar por parte de la población, quedando actualmente una gran plaza. En su torre del siglo XV, se encontraban unas 6-7 campanas que, actualmente, no se sabe de su paradero.


Los campaneros

Se sabe de existencia de campaneros a partir de 1900 sobre los grafitos que efectuaron en la sala de campanas de santa maría de Mediavilla.