Las dos campanas medianas de la iglesia parroquial de Soneja, Salvadora y Josefa, fundidas ambas en 1794 y con pesos de 450 y 791 kilos, respectivamente, han sido descolgadas de la torre para ser restauradas en los talleres 2001 Técnica y Artesanía, de Catarroja. Una operación que duró poco más de una hora, a pesar de que es casi imposible acceder con las grúas desde los pies del campanario.
La actuación tiene un presupuesto aproximado a los 20.000 euros, que serán sufragados en un 60% por el Ayuntamiento y el 40% por la Conselleria de Cultura y Educación, dentro de un proyecto global de restauración de las campanas de Soneja para el que se han previsto, según el agente de Desarrollo Local, Miguel Ángel Rodríguez, 48.000 euros.
De hecho, es la tercera y última fase de la restauración: en el 2004 se arreglaron las tres campanas pequeñas; el año pasado se reparó la Miguela, de mayor tamaño; y ahora, las dos medianas, con las que se completan las seis del conjunto.
Javier Canedo, ingeniero de la empresa encargada de los trabajos, explicó que las actuaciones en estos bronces consistirán "en una restauración acústica, con una limpieza del bronce para recuperar el sonido original. Además, se añadirán los elementos tradicionales, sustituyendo el contrapeso, que en la actualidad es de hierro, por las piezas de madera del antiguo que aún se conservan".
Las campanas de Soneja están consideradas como uno de los conjuntos mejor equilibrado y sonoro de la diócesis de Segorbe. No en vano, una de las pretensiones de la Asociación de Campaneros local es obtener el reconocimiento de Bien de Interés Cultural para todas.
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