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© Levante - El Mercantil Valenciano (1998) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 25-04-2024 |
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Más de cuatrocientas personas recorrieron ayer, bajo un tórrido sol, los 32 kilómetros de distancia que separan las poblaciones castellonense de Vallibona y la turolense de Pena-roja de Tastavins. Así, una vez más se cumplió la ancestral tradición de celebrar esta romería cada siete años, que data del siglo XIV y que es una de las más antiguas de la Comunidad Valenciana. El sol, las altas temperaturas y el tortuoso camino hizo mella en algunos romeros que tuvieron que seguir el camino en los vehículos de asistencia, sin que se produjese incidentes de mayor envergadura. Cabe destacar que la romería era seguida también por dos autobuses. Con los toques a rogativa de la campana mayor del campanario de Vallibona se inició la romería a las siete y media de la mañana. El ambiente festivo se vivió durante todo el recorrido, participando incluso vecinos de otras localidades atraídos por esta tradición, que disfrutaron de los bellos parajes por los que pasaban. El primer alto en el camino fue para almorzar en el paraje de Mas Roig. Tras el descanso, la rogativa se puso en marcha para descansar en la Font Freda sobre la una y media de la tarde. Los horarios previstos por la organización se fueron cumpliendo y así a las cinco y media de la tarde llegaban al Pont Xafat, punto de encuentro de Pena-roja de Tastavins con las autoridades y vecinos de esta población donde se habla valenciano. En ese punto, los alcaldes de ambas poblaciones, Wenceslao Fonollosa de Vallibona y Roman Roda de Pena-roja de Tastavins, intercambiaron sus varas de mando. Tras el acto, la comitiva se trasladó hasta la ermita de la Verge de la Font donde renovaron los votos. Tras la plegaria, se celebró una multitudinaria cena de hermandad en la que participaron más de mil personas. La rogativa a la ermita de la Mare de Déu de la Font se celebra cada siete años rememorando una tradición que tiene su origen en el siglo XIV, cuando siete jóvenes de la localidad castellonense marcharon en busca de esposa después de haberse quedado la población sin chicas casaderas por culpa de la peste. Los jóvenes encontraron a siete hermanas en Pena-roja de Tastavins con las que se casaron, después de haber recorrido varias poblaciones. El regreso, previsto para hoy, no se realizará a pie, aunque algÚn grupo de jóvenes así lo haga.
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