El reloj que alberga la torre bajo el campanario, fue construido en el año 1864, por Eugenio Maculet, maestro relojero francés, asentado en la localidad de Igea, donde abrió su propio taller, dando servicio como relojero a infinidad de localidades.
Con el paso de los años, van sustituyéndose sus viejas máquinas, forjadas a mano, con el cariño y tesón que estas singulares obras de arte mostraban a simple vista, por otros relojes más modernos y funcionales, de ahí que este reloj tenga doble importancia, por ser el primer reloj público de la localidad y ser construido por este gran maestro.
Este reloj, uno de los escasos trabajos que aún se conservan, sufrió en los años 70 u 80 una burda electrificación, la cual lo llevó a la destrucción y posterior abandono irremediablemente.
Los trabajos de restauración de dicha máquina han consistido, primeramente en anular todos los motores, cables, contactos y postizos que tenía dejando a la luz un reloj seriamente dañado, principalmente en ejes de ruedas imperiales, ejes de ruedas primeras venteroles, estos últimos encargados de regular la velocidad de las campanadas.
Tras un inventario fotográfico de todas sus piezas en estado original, se ha procedido a una limpieza de todas ellas, con sistemas no abrasivos, manteniendo la pátina que da el paso de los años a los componentes del reloj.
Una vez retirada toda la suciedad, óxido, grasa, etc., de las piezas, estas se someten a un proceso de conservación como es el pintado de color verde del chasis y algunas ruedas con pintura especial para este menester, y el barnizado de otras piezas, como la rueda escape o casquillos de bronce, evitando que el paso del tiempo apague el brillo de este noble metal.
Finalizados estos pasos fundamentales para el futuro del reloj, se procede al montaje de la máquina.
En este apartado no se puede garantizar al cien por cien la ubicación de algunas de sus piezas en el reloj, pues al estar manipulado con anterioridad se ha observado el intercambio de alguna de sus piezas de su posición original, si bien en la reconstrucción se han corregido los cambios observados.
A grandes rasgos, estos han sido los pasos a comentar en dicha restauración.
A continuación, queremos destacar algunas curiosidades buenas y malas del reloj:
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