ROLDUÀ, Eva - "A ver si nos podemos comer las uvas con las nuevas campanas"
"A ver si nos podemos comer las uvas con las nuevas campanas"
Hace apenas una semana que han iniciado las obras en la iglesia de Sant Pere en Cambrils. La construcción de un campanario de 35 metros de altura se culminará en breve. Detrás de todo está la lucha de un colectivo de vecinos que ha movido cielo y tierra para conseguir la obra.
«Hace muchos años que dije que cuando me jubilara batallaría para que se construyera el campanario en la iglesia de Sant Pere». Estas fueron las palabras del presidente de la comisión pro-construcción del campanario de Sant Pere, Jordi Font. Él ha sido un de los máximos impulsores de la iniciativa. En febrero de este año se firmaron las actas de constitución de la asociación que busca llevar a cabo el proyecto original de la iglesia tras más de 60 años de haberse construido. Además, fue él quien buscó y encontró los planos originales de la construcción de la iglesia que estaban en manos de Col·legi d'Arquitectes de Tarragona.
El lunes empezó a hacerse realidad el sueño de este cambrilense cuando se inició el montaje del andamio que deberá permitir que se culminen en un plazo no superior a los seis meses una torre de 35 metros que incorporará campanas, así como un reloj por las 4 caras y una cruz en lo alto de dos metros y medio.
Esta misma semana se ha eliminado la cruz que coronaba la fachada del templo para empezar con los trabajos de construcción de las paredes del campanario. «Era de hormigón y cuando la desmontamos se rompió toda en pedazos».
Discusiones en la plaza
En la plaza de la iglesia a diario se arremolina un grupo de pescadores que aportaron fondos -según comentan- hace ya muchos años para que se construyera el templo en honor a su patrón, Sant Pere.
Entre ellos charlan sobre el futuro de la iglesia y apuestan sobre si estará listo o no para comerse las uvas al son de las campanas. «Me apuesto un carajillo a que para Navidades no está acabada la obra» decía Joan. En general, todos los vecinos del puerto están satisfechos con la obra. «La pagaremos entre todos y esperemos que las campanas no suenen muy fuerte durante la noche -añadía otro jubilado, Pasqual- porque vivo justo atrás y molestaría». «Después de tanto tiempo de espera lo importante es que se haga bien; ya no importa si acaba para navidades o para Semana Santa», comentaba el tercero de los pescadores, Jordi.
En 'La Moncloa', como se autodenominan estos pescadores «hablamos de los problemas del pueblo y lo solucionamos todo», decían de manera jocosa y, «seguiremos de cerca las obras porque las pagamos nosotros, las paga el Ayuntamiento».
El proyecto, de momento ha recibido una subvención municipal de 500.000 euros; además, la Diputación de Tarragona también prevé aportar una suma importante de dinero. «Pensamos también iniciar una colecta de dinero entre los vecinos porque hay gente muy devota que quiere colaborar en la edificación del templo», explicaba Font. Próximamente también tiene que decidirse el tañido de las campanas.
