CORNELLES, Vicente - El Campanar de la Vila, gigante toscano, símbolo de Castellón
El Campanar de la Vila, gigante toscano, símbolo de Castellón
La declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Generalitat refrenda el carácter monumental de la torre, que es de propiedad municipal.
Edificio singular. Símbolo por excelencia de la ciudad de Castellón. De estilo arquitectónico. Campanario exento de planta octogonal, de 56 metros de altura y 32 de circunferencia. Popularmente conocido como El Fadrí y declarado recientemente Bien de Interés Cultural (BIC) por la Generalitat Valenciana.
Una declaración que no hace más que refrendar "el valor patrimonial del que es el mejor monumento de nuestra ciudad", afirma José Juan Sidro, vocal del Consejo Municipal de Cultura y, posiblemente, en su faceta de erudito, una de las personas que más saben y conocen la historia de esta torre de propiedad municipal con más de 400 años de antigüedad y que preside la plaza Mayor en uno de los enclaves urbanos con mayor solera y encanto del casco histórico. Sidro destaca, además, que con la categoría de BIC, "el Campanar refuerza su protección y se establecen los cauces para una correcta conservación patrimonial".
Como explica José Juan Sidro, El Fadrí "comenzó a construirse en el año 1591 y se acabaron las obras en 1604 con 12 años de trabajos". "La lapida situada sobre la puerta del edificio cuenta con una inscripción en latín en la que se destaca la propiedad municipal del inmueble y los autores de las obras de construcción".
Y es que su carácter civil y no religioso es una de las características del campanario: "Podemos decir que es uno de los pocos casos en el mundo, por no decir el único, en el que un Ayuntamiento es propietario de un campanario, con un funcionario municipal que tiene la misión de tocar las campanas".
Una propiedad de la que no han escapado a lo largo de la historia continuas pretensiones de la Iglesia Católica de hacerse con el inmueble, pero siempre fue el consistorio el que logró imponer sus derechos de propiedad.
Cuatro estancias
Como indica José Juan Sidro, cuatro son las estancias en las que está dividida la torre: "la sala del reloj, la prisión de los clérigos, la vivienda del campanero y la sala de las campanas".
Cada una de ellas con su historia, sus detalles concretos y leyendas. "En la cárcel eclesiástica cuentan que había en una pared escrita la llamada de auxilio de un cura que pedía clemencia al ser inocente", detalla el vocal del Consejo Municipal de Cultura, a título de ejemplo del devenir histórico de un edificio que hasta hace 50 años era el más alto de la ciudad y que está ahora oculto por los rascacielos que se han adueñado del Castellón del nuevo milenio.
A la altura de la terraza de las campanas, -destaca Sidro, "se encuentran las gárgolas, 8 en total, y que representan las figuras de dos perros, símbolo de la fidelidad y de Sant Roc, antiguo patrón de Castellón; 2 leones, emblema del evangelista San Marcos, que representa la fuerza y la majestad; 2 águilas reales, que también expresan poder y 2 arpías, seres mitológicos, que significan culpa y castigo".
Como no, también hay que hablar de las campanas, once, y bautizadas con los nombres de Doloretes, Joaquima, Cristina, Victoria, Vicent, Maria, Jaume, Angel, Lledó, Anna y Tàfol.
Hay que decir que la torre campanario fue objeto de una exhaustiva y completa restauración de abril del 2001 a febrero del 2002 en la que se realizó una completa diagnosis del estado del edificio y se repararon las grietas que aparecían en la pared. También salieron a la luz pinturas y cromatismos que no hacen más que completar el valor ingente del Campanar de la Vila, El Fadrí. Toscano.
CORNELLES, Vicente
Mediterráneo (14-10-2007)Campanar de la Vila - CASTELLÓ DE LA PLANA: Campanas, campaneros y toquesCASTELLÓ DE LA PLANA: Campanas, campaneros y toquesCampanarios: Bibliografía
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