Terra Actualidad - EFE - El colectivo Escoitar.org rescata sonidos gallegos en peligro de extinción
El colectivo Escoitar.org rescata sonidos gallegos en peligro de extinción
"Las imágenes se conservan pero el patrimonio auditivo no", es la premisa con la que el grupo Escoitar.org puso en marcha una iniciativa el pasado verano para recoger y rescatar los sonidos en peligro de extinción de Galicia.
El proyecto de Escoitar (Escuchar), que pretende 'dar un toque de atención social' hacia los espacios y sonidos amenazados, se divide en tres bloques, que recogen la riqueza auditiva de espacios naturales. Estos bloque son: señales acústicas y sonidos industriales y de interacción social, como los toques de las campanas, los de las castañas al perder sus erizos o los graznidos de los pájaros en una cueva.
Pero no sólo están en peligro los sonidos relacionados con especies con riesgo de extinción, apunta a Efe el musicólogo y colaborador del proyecto, Juan Gil, sino todos los espacios 'porque, por ejemplo, un monte puede arder en cualquier momento'.
Los primeros pasos para la grabación de sonidos naturales se dieron en O Courel, en la Devesa da Rogueira, en el que pensaban encontrar un espacio rico en sonidos pero les sorprendió 'un silencio especial'.
La montaña luguesa encierra también señales acústicas que se están perdiendo como los toques de los cencerros de las vacas, que se convierten en ocasiones en los ojos de los pastores cuando pierden de vista a la manada.
Así, los pastores reconocen el sonido de los cencerros e incluso los modifican para identificarlos mejor, explica Gil.
Otro tintineo, el de las campanas informó durante años de las novedades en las parroquias, una costumbre que ya no suena a las nuevas generaciones, incapaces de identificar un toque de campanas que avise de un incendio.
Algunas de las más curiosas costumbres relacionadas con el oído ya han alcanzado la excepcionalidad hasta el punto de que, para escucharlas, hay que acercarse a una exhibición en una feria.
Allí tendrá que acudir Escoitar para grabar cómo se puede saber, por medio del sonido, cuándo las castañas, golpeadas dentro de un saco, se deshacen de su erizo.
Esa sensación de llegar tarde a ciertos sonidos se hizo física en A cova das choias, en Pobra de Brollón, donde los vecinos recuerdan el ruidoso y característico sonido que los pájaros hacían dentro de las grutas y que ya no existe.
En este caso, el trabajo de Escoitar se basa en preguntar a la gente, apunta a Efe Gil, en hacer reflexionar sobre qué sonidos 'forman parte de su vida' para conocer los que ya no se escuchan.
Como -ejemplifica Gil-, qué sonido tenía la Praza da Quintana o cualquier espacio histórico de Santiago de Compostela hace 40 años.
'Las imágenes se conservan pero lo auditivo no y, si lo hay, siempre es secundario', considera Gil, por lo que en el proyecto, subvencionado por la Consellería de Cultura, buscará además recuperar archivos grabados que se relacionan con una zona concreta como el timbre de una fábrica importante para un pueblo.
El trabajo de campo se plasmará el próximo año, otra vez rozando el verano, en 3 cd, cada uno dedicado a un bloque temático, y mientras tanto seguirán recogiendo sonidos en bruto y acudirán a espacios donde ya grabaron para reflejar el cambio de sonido según las estaciones.
