Un técnico trabaja en la colocación de una de las campanas - Foto B. ROIG (El Periódico Mediterráneo)
El santuario de la Virgen de la Ermitana ya ha empezado a recibir a sus campanas, después de que hayan sido restauradas. Y es que, tras la bendición y presentación del sábado pasado, los técnicos de la empresa encargada comenzaron en la mañana de ayer a subir las campanas. Un proceso complejo, debido a las características del centro histórico de Peñíscola, lo que impide la presencia de grúas de grandes dimensiones y la necesidad de controlar en todo momento la subida, para evitar choques con la fachada y los elementos ornamentales del campanario.
En el caso de la Ermitana, se han restaurado dos campanas, mientras que las otras dos son de nueva creación. La colocación finalizará esta misma semana, un proceso que continuará en pocos días en la parroquia de Santa María.
En este sentido, la concejala de Patrimonio, Amparo Bayarri, ha destacado que el proceso "ha culminado dos meses antes de lo previsto".
A pesar del fin de la restauración, se ha decidido que las campanas sigan calladas hasta final del verano. Y es que la Ermitana romperá su silencio el 31 de agosto, víspera del inicio del novenario en honor a la patrona. En Santa María tampoco sonarán hasta ese momento, aunque habrá excepciones en la festividad del patrón local, Sant Roc, y en la de San Pedro.
El alcalde, Andrés Martínez, explica que en este segundo caso "se hará una deferencia a las familias que viven del mar y que pasan un mal momento.
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