La Seca añora su antigua iglesia con retablo barroco y una lápida sepulcral del Ldo Losada. Es increíble hasta qué punto cala en la mentalidad de la gente la estética del barroco y como los alardes técnicos de de la nueva iglesia no empañan la memoria de la vieja y querida iglesia. Cuando un joven emigró en los años 50 llevó con él, el recuerdo de su iglesia y el sonido de sus campanas, el tiempo y la distancia se encargan de idealizarlos, cuando retorna anciano embargado por la nostalgia y comprueba que le han cambiado su iglesia, se indigna porque ha desaparecido el símbolo-objeto de su fe infantil. La Hullera V. Leonesa patrocinó el derribo y la construcción de una iglesia nueva. En este patrocinio ven algunos la causa del estilo de la nueva iglesia, podríamos llamar industrial. El aprovechamiento de los materiales de derribo no se sabe donde y la abundante piedra caliza escuadrada, han dado pie a comentarios de todo tipo sobre su utilización y el trato supuestamente desigual. En opinión de algunos protagonistas de la obra, se ha magnificado el valor de la fábrica antigua, suponiéndole estilo que en realidad no tenía pues era, como tantas otras de la zona, el resultado de sucesivas reformas hechas como buenamente se podía. La espadaña fue indultada durante un tiempo, hasta que se decidió derribarla como el resto del conjunto. Incluso se ha llegado a decir que era el monumento mozárabe más al norte de la península...
La plataforma prevista para el nido de la cigüeña, vacía, añade una dosis de nihilismo al cuadro.
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© Cuadros: su tierra y sus gentes (2008) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 19-04-2024 |
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