Tras tres meses de ausencia, las cinco campanas que presiden la torre de la parroquia Sant Miguel Arcàngel de Gata han vuelto a voltear. El pasado 4 de septiembre se procedió a bajarlas para restaurarlas y el pasado fin de semana permanecieron expuestas en el interior del templo para que los vecinos las vieran.
Durante más de cuatro horas y media, los operarios, con la ayuda de una gran grúa, volvieron a subir ayer las campanas y las colocaron en su emplazamiento habitual. El trabajo se llevó a cabo con mucho cuidado debido al gran volumen de los bronces. Fueron muchos los vecinos de Gata que no perdieron detalle del retorno de sus queridas campanas que ya vuelven a lucir con esplendor en la parroquia de Sant Miquel Arcàngel.
Tres de las campanas han sido restauradas en Alemania, dos han sido fundidas, otra restaurada por soldadura y las dos que quedan se han recuperado en Valencia.
Cuatro de los bronces son propiedad de la parroquia y la quinta pertenece al Ayuntamiento de Gata. El importe total de la restauración, que se ha llevado a cabo por la empresa "2001 Técnica y Artesanía S. L." de Massanassa, es de 57.000 euros (45.000 paga la parroquia y 12.000 el consistorio).
Cada una de las campanas tiene un nombre y, por supuesto, una historia tal y como explica el cronista oficial de Gata, Miguel Vives. La más antigua se llama "Rosa Sebastiana" y data de 1858. Fue la única que sobrevivió a la Guerra Civil y ya cuenta con 150 años de vida y, durante ni uno solo de ellos ha dejado de sonar.
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