San Miguel de Pedroso, enclave junto al río Tirón, aguas arriba de Belorado, del que es barrio anejo, conmemora los 1.250 años de la fundación de su convento de monjas (759-2009)
Son muchos años, 1250, y ello obliga a recordar tal efemérides, primer monasterio en Castilla y quizá en toda España, de ello habló con amplitud Ignacio Manso Marín en su libro titulado Monasterio de San Miguel Arcángel, con detalles del Cartulario de San Millán (Becerro Gótico), del Catastro del Marqués de la Ensenada y las consecuencias de la desamortización gubernamental.
En esta ocasión ha sido Fray Valentín de la Cruz, cronista oficial de la provincia, quién glosó ante numeroso público y adornó con amplitud la gran historia de este pequeño centro monacal allá en el año 759, de monjas, como dato muy singular.
Basilio de la Torre, campanero mayor de Burgos, ofreció un concierto de campanas: sus diversos toques, como el de Gloria, resonaron en el valle del río Tirón inundando todos sus rincones. El público, especialmente los más mayores, volvieron a sus años jóvenes, embelesados con el sonido de ‘sus’ campanas.
Tras la misa solemne se leyó el acta fundacional del Monasterio de Monjas, en latín y en castellano, los sanmigueleños disfrutaron rememorando tan viejos y grandes tiempos de su lugar natal. El último acto de la jornada, importante también, fue la comida de hermandad donde el cocido de caparrones, naturalmente de San Miguel de Pedroso, con todo su aderezo, hizo las delicias de todos los comensales.
