Joaquín Manuel Serrano, ante la iglesia de San Félix. Al fondo, el reloj.
Ha llegado la hora a la iglesia parroquial de San Félix de Lugones. El párroco Joaquín Manuel Serrano inauguró ayer el nuevo reloj de la torre del templo, financiado merced a las donaciones de los feligreses y a la ayuda desinteresada de instituciones y entidades privadas. Además, la obra también trajo apareada la renovación del sistema de campanas, que a partir de ahora estará informatizado.
La iglesia de San Félix fue reconstruida totalmente en la posguerra. En torno al año 1945 ya estaban instaladas las tres campanas, cuyos nombres remiten a las principales figuras de devoción de Lugones: la más pequeña lleva por nombre «Santa Bárbara», por la emblemática fábrica fundada por José Tartiere; la mediana, «Nuestra Señora de los Dolores»; y la mayor, «San Félix», patrón de la localidad. Estas tres campanas funcionaban por el sistema tradicional: una cuerda atada al badajo que permitía hacer el repique desde la iglesia. En los últimos años, tan solo funcionaba ya la mayor, «San Félix», aunque la renovación ha permitido recuperar el tañido de las otras dos.
En cuanto al reloj, su instalación tuvo un antecedente hace ahora ocho años, cuando el entonces edil de Conceyu, Manuel Ángel Suárez, promovió la instalación de un reloj público en la localidad. La colocación del artefacto en la torre fue promovida por el párroco local, Joaquín Manuel Serrano. Al llegar a la parroquia, hace poco menos de un año, Serrano vio en la instalación del reloj un acto reivindicativo de la entidad de Lugones.
«Esta siempre ha sido una parroquia muy importante», comenta Serrano, «pero parece que en los últimos años estaba perdiendo su identidad, debido al crecimiento de Oviedo» lo que parece abocar a Lugones a ser una ciudad dormitorio. Ante esta situación, Serrano entiende que «la instalación del reloj, y el hecho de que se oigan las campanas repicar cada hora, reafirma la identidad a la localidad».
El reloj ha sido instalado por la empresa santanderina Hermanos Portilla, que además ha proporcionado a la parroquia un sistema informático para programar los tañidos y controlar la hora desde un ordenador. Las campanas tañerán en las horas y las medias entre las 9 de la mañana y las 10 de la noche. Además, y por petición expresa de los feligreses, el 31 de diciembre también repicarán a las 11 de la noche y a las 12, marcando también los cuartos de fin de año. No obstante, en la parroquia esperan que el Ayuntamiento ilumine adecuadamente la plazoleta de la iglesia y el parque adyacente para que puedan albergar la celebración de la Nochevieja.
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