La restauración de las campanas y la limpieza y reforma del campanario supondrán a la parroquia un gasto de 40.000 euros
Las cinco campanas de la basílica del Romero de Cascante fueron retiradas ayer para proceder a su restauración. Los trabajos de reforma se realizarán en el taller aragonés Campanas y Relojes Pallás ubicado en la localidad de Lascellas (Huesca). Las campanas regresarán a su lugar de origen en el plazo de un mes.
El proceso de desmontaje de las campanas se desarrolló durante la mañana de ayer. Una grúa fue descendiendo campa na a campana hasta la cuesta empedrada para, posteriormente, subirlas al camión que las condujo hasta el citado taller aragonés.
La primera en descender fue la "Santa Bárbara", de 1825 y de 75 kilos. La siguieron, por este orden, la "San José ora pro nobis", construida por los hermanos Echebastor de Vitoria en 1894 (97 kilos); "Con mi voz alabo a mi señor", de 1924 (193 kilos); "María, ora pro nobis", del siglo XVII (450 kilos), y que tiene una inscripción en latín; y la campana gótica del siglo XVI (550 kilos).
Como se pudo comprobar, todas las campanas presentaban un estado muy deteriorado y dos de ellas -las dedicadas a San José y María- resultaban "un peligro inminente". "Estas campanas se encuentran totalmente destruidas, tan sólo una tiene rodamientos y las demás se encontraban ancladas a la pared. Tienen arrancados los soportes de los motores y las maderas están descompuestas. Los badajos están destrozados y se cambiarán por otros nuevos con un sistema de nylon especial para que parta, vibre y no rompan las campanas. Los yugos serán de madera de hiroco", indicó el maestro artesano Alfredo Pallás.
La restauración tendrá un coste de 19.000 euros que sufragará la parroquia. Según apuntó el sacristán, Carlos Andino Renes, cuando se vuelvan a colocar las campanas, tan sólo una de ellas tendrá volteo, "ya que las otras cuatro quedarán preparadas para colocárselo más adelante". "De colocar el volteo a las cinco, el presupuesto hubiera ascendido a los 25.000 euros", indicó Andino.
Por su parte, el párroco Javier Ignacio Villava Primo consideró que la obra era necesaria "por el deficiente y peligroso estado en que se encontraban". El párroco lamentó las dificultades de la parroquia para cubrir estos gastos y los que se deriven de la limpieza del campanario, arreglo de sus escaleras y renovación de la iluminación. "Con todo, el gasto ascenderá a cerca de los 40.000 euros", indicó Villava.
Los técnicos de la empresa encargada de la reparación de las campanas de la basílica del Romero aprovecharon su visita a Cascante para revisar las de la parroquia de la Asunción con el objetivo de elaborar un presupuesto de reforma. "En un futuro pretendemos cambiar los badajos de las mismas", indicó el párroco.
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