Los especialistas han requerido anclajes de espeleología para el trabajo
La última vez que se subió a acondicionar la torre fue en 1915
Hace alrededor de 40 años accedieron sólo para instalar un pararrayos
Desde lo alto se divisa la unión de los tres ríos que dan nombre al pueblo
A modo de expdición. De este modo se han llevado a cabo los trabajos de realizados esta semana en el campanario de Forcall (Castellón), una torre de estilo barroco que no se acondicionaba desde hace casi un siglo.
El Ayuntamiento del municipio ha contratado a dos expertos escaladores para acceder desde el exterior a los 55 metros de altura de la torre y limipar las hierbas y arbustos que han crecido en la 'terraza' de la fortificación, al tiempo que reparaban las grietas -generadas por el desgaste- y el viejo pararrayos. "Ha brotado hasta una higuera", dice el alcalde, Santiago Pérez.
Según explica Pérez, los expertos son vecinos del municipio que disponían de un completo material de escalada y espeleología. "La tarea era delicada porque la última vez que se subió a la torre por el exterior fue hace 40 años, para colocar el pararrayos que ya ha quedado obsoleto". "Y los trabajos de acondicionamiento no se realizaban desde 1915. Al parecer, ese año hubo mucho viento en la comarca y fueron necesarias actuaciones importantes para reparar los daños".
Construido por José Aloya, es uno de los campanarios más altos de la provincia de Castellón que consta de una torre distribuida en tres cuerpos, con cinco campanas y un altísimo remate en cruz.
La primitiva iglesia gótica, con origen en el siglo XIII, fue destruida por un incendio provocado en 1835 por la Guerra Carlista y de ella tan solo conserva, en su exterior, elementos como el ábside, ventanales, gárgolas y un rosetón que, según indica el alcalde, "quedó tapado tras la reconstrucción y sólo se puede ver subiendo una escalera de caracol muy antigua, que está cerrada a las visitas por su mala conservación".
En el interior del templo actual, de corte renacentista y fachada austera, se conservan las reliquias de San Víctor "y pinturas al fresco de Juan Francisco Cruella, uno de los nombres más importantes de la Escuela de Morella", comenta Pérez.
La limpieza que los escaladores han llevado a cabo "supone pues un trabajo importante en la restauración del patrimonio local, presentando también una mejora estética de este edificio", aporta Santiago Pérez, quien añade que el coste, de unos 1.800 euros, lo asume el Ayuntamiento.
El consistorio confía en una próxima reunión con la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura para acordar una actuación más global y detallada, "porque hemos constatado que presenta daños estructurales más importantes en un edificio histórico y que es seña de identidad de los forcallanos", recuerda.
Antiguamente, incluso, los pequeños vestidos de Primera Comunión, subían hasta lo alto de la torre para disfrutar del paisaje que aportan los 55 metros de altura en la montañosa comarca de Els Ports de Castellón, la afluencia de tres ríos que se unen en el Bergantes.
El nombre de Forcall se debe a la 'forca' (horca), palo con tres remates con el que los labradores hacinan las mieses, las echan en el carro, levantan la paja y revuelven la parva. "Precisamente los tres ríos que se juntan en Forcall, el Calders, Cantavieja y Morella, forman una horca y se unen generando el río Bergantes. Desde lo alto de nuestro campanario se observa la fusión de estos tres ríos y los valles de cada uno de ellos, un paisaje único", concluye el alcalde.
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© El Mundo (2011) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 18-04-2024 |
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