Autor: LA PÁGINA
El Prócer de la Patria José Matías Delgado subió la madrugada del 5 de noviembre, con la impaciencia de un conspirador convencido, al campanario de la iglesia La Merced, en el centro antiguo de San Salvador. Ahí, con espíritu desafiante tañó las campanas, que con sus metálicas bocas inundaron el aire de ansias de independencia, mientras las demás campanas respondían rebeldes. Esta es la historia que aprendimos la mayoría, del Primer Grito de Independencia.
La conmemoración de su Bicentenario podría ser también un paso más hacia el esclarecimiento de los mitos y verdades que rodean al Grito.
Según el discurso pronunciado por Don Víctor Jerez, rector honorario de la Universidad de San Salvador, en ocasión del Centenario del Primer Grito de Independencia, el 5 de noviembre de 1911, fue el padre José Matías Delgado quien "llega al atrio de La Merced; asciende nerviosamente al campanario y al llegar al rellano, ase las cuerdas de las campanas…". Así describió Jerez la acción independentista.
Sin embargo el mismo Jerez afirma en su discurso que "hemos de recurrir a varios datos que conserva la tradición", puesto que "nuestros archivos aún no se han registrado del todo".
El grito
La Academia Salvadoreña de Historia afirma que no sucedió el tan célebre repique de las campanas de La Merced por parte de José Matías Delgado, al alba del 5 de Noviembre. Las campanas del cabildo sí fueron tañidas, sin embargo con el propósito de convocar a la población, para informarla sobre lo que sucedía: una revuelta que pretendía generar presión en las autoridades españolas. Se dieron otros sucesos de rebeldía en diferentes regiones del territorio que es ahora El Salvador. El carácter de dichos movimientos no fue eminentemente libertario, sino de descontento por los abusos de las autoridades guatemaltecas.
El Director Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte, Sahid Herrera, busca en un texto definir los "levantamientos y protestas" de los días 4, 5 y 6 de noviembre de 1811. Herrera describe los conflictos entre los intereses económicos de prominentes familias criollas de San Salvador (Aguilar, Delgado, Arce y Fagoaga) y los de la oligarquía guatemalteca, con mayor influencia política en la capital del Reino de Guatemala, a quienes debía obediencia la Intendencia de San Salvador.
Uno de los componentes del conflicto, según lo describe el escrito, era la necesidad y el deseo de autonomía por parte de los criollos salvadoreños, productores y comercializadores de añil (el "oro azul" de tiempos coloniales), con el objetivo de librarse del control que ejercían sobre ellos los guatemaltecos, quienes eran capaces de fijar los precios para su beneficio, puesto que frente a la Corona Española eran la cabeza de la región.
En su libro "Gritos de Independencia" - que puede ser descargado de la página del Ministerio de Relaciones exteriorse en formato pdf - el investigador Carlos Cañas Dinarte escribe: "La acción rebelde iniciada en esa madrugada era un movimiento enmarcado en una corriente autonomista americana que, en lo profundo de su ser criollo, aspiraba a seguir leal a la monarquía y guardaba la esperanza de que se le concedieran un sistema constitucional de gobierno y grandes cuotas de libertad comercial".
Por su parte, el historiador salvadoreño Miguel Ángel García ha desarrollado la tesis de que los sucesos de la noche del 24 de enero de 1814, fecha de la segunda revuelta independentista en San Salvador, pudieron haber inspirado la leyenda del Grito de la Merced. En ese año un motín independentista esperaba como señal el tañir de campanas. No obstante el encargado de sonarlas fue Manuel José Arce.
El culturólogo migueleño Marvin Aguilar se encuentra afinando un documental, producido por la Coordinación de Cine y Audiovisuales, Secretaría de Cultura de la Presidencia, que trata acerca de la ficción del Primer Grito de Independencia.
Con un estreno programado para el próximo lunes 21 de noviembre en el auditorio del Museo Nacional de Antropología, a las 7:00 pm, el documental "Gritocidio" pretende contribuir a desmontar la historia hasta ahora conocida del Primer Grito de Independencia.
El documento cuenta con la participación de figuras reconocidas en el ámbito de la Historia como son Pedro Escalante Arce, Rodolfo Cardenal y Guido Véjar, entre otros.
La sinopsis es la siguiente: la historia oficial salvadoreña sostiene que en la madrugada del 5 de noviembre de 1811, el presbítero José Matías Delgado tañó las campanas de la iglesia La Merced dando con ese gesto inicio a la gesta de independencia de las provincias de Centro América. ¿Realmente fue así?
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