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© La Vanguardia (2012) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 25-04-2024 |
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Mi pueblo, Olesa de Bonesvalls, tiene en su núcleo urbano unas 500 personas, una plaza mayor, un ayuntamiento, algunas fuentes y una iglesia del siglo XII con su campanario y sus campanas.
Las campanas llevan marcando las horas y las medias horas, día y noche desde hace mas de 50 años. Las campanas acompañan la gente en su día a día: hay quien las espera para levantarse, quien las oye dulcemente en sus sueños, quien las espera para irse a dormir... Pero, desde hace unos días, los que siempre hemos vivido en el pueblo las echamos en falta. De 10 de la noche a 8 de la mañana ya no suenan.
Ha llegado una vecina nueva al pueblo, se ha comprado la casa que hay justo al lado del campanario y parece que las campanas no le dejan dormir. Ante el pueblo contrariado, la nueva vecina ha amenazado en denunciar al ayuntamiento si las hacía sonar de noche.
Sé de buena tinta que en 2010 la Generalitat de Catalunya declaró las campanas Patrimonio Cultural Sonoro de Catalunya, por lo que quedan excluidas del control de protección acústica.
La capacidad de adaptación debería ser un hábito de todos, las tradiciones de un sitio no se pueden cambiar de esta forma y menos cuando la idea es apoyada por una sola persona y la oposición es un pueblo entero.
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