El templo: la sencilla espadaña está compuesta de dos campanas - Autor: CHAVARRIA, Esteban
Esperan que en la próxima fiesta patronal una nueva campana vuelva a repicar para invitar a los vecinos a misa.
El campanario del centenario templo de El Galpón, santuario de una de las máximas expresiones de fe del sur salteño, se quedó sin una de las dos campanas.
Los vecinos y el cura párroco del pueblo, Eduardo Pastrana, ya están abocados en la tarea de conseguir una nueva y esperan poder concretar este anhelo en las próximas festividades de San Francisco Solano; quieren que las mismas repiquen a gloria como lo vienen haciendo desde hace casi un siglo.
Esta vez, la campana que ya cumplió su ciclo de vida útil -tenía 74 años-, es la más pequeña y tiene una grieta en la “copa” que apaga el brillo del afinado sonido. La campana mayor de la iglesia fue reemplazada en el 2000 por un problema similar.
La espadaña del viejo templo de estilo español, cuya edificación data de fines del siglo XIX, es una herencia de la orden de los jesuitas y de los franciscanos; la estructura cuenta con dos campanas musicales, es decir que su tañido suena en una nota musical precisa, lo que las convierte en una delicada joya de la región.
Estos instrumentos musicales no solo tienen un valor religioso, sino también, forman parte del patrimonio cultural de los galponenses. Las campanas en el pueblo se pueden escuchar “repicando”, no solo en las actividades litúrgicas, se las suele escuchar “doblando” por un duelo. El sonido está íntimamente vinculado al sentimiento espiritual de la población.
En otras épocas quienes hacían sonar las campanas era gente especializada: los campaneros; hoy, los encargados son los mismos monaguillos que acompañan al cura en la misa.
Los galponenses han conformado una comisión pro-campana que está presidida por Graciela Serrano y es acompañada por referentes de la comunidad. Dicha comisión ha puesto en circulación un bono contribución entre los vecinos para reunir los fondos necesarios y encargar la reposición de la campana. Los interesados en colaborar pueden recabar mayor información de 9 a 12, en la secretaría de la parroquia San Francisco Solano de El galpón.
Las campanas de este tipo no pueden volver a fundirse como ocurre con otros objetos de bronce que sí se reparan con este procedimiento. El instrumento, por su aleación especial, debe reponerse necesariamente con una nueva.
En el país existe un solo lugar donde todavía se fabrican de forma artesanal estas campanas. La comisión ya se puso en contacto con la empresa de la familia Bellini que tiene los talleres en San Carlos, provincia de San Fe, para encargar el trabajo.
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