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© Diario de Noticias (2002) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 20-04-2024 |
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El badajo de la mayor campana checa, la de Segismundo, en la catedral de San Vito del Castillo de Praga, que tiene un peso de casi cinco toneladas, se quebró horas después de terminadas las elecciones legislativas el sábado pasado, lo que según una leyenda centroeuropea no augura nada bueno.
El badajo, de media tonelada de peso, se quebró después de las elecciones legislativas, de las que salieron fortalecidos los comunistas, que obtuvieron más del 18% de los votos. Quizás, Segismundo, nacido en 1368 y luego emperador germánico y rey de Bohemia y Hungría, quería advertir ante alguna desgracia o catástrofe, aunque el decano de la catedral, Jan Matejka, aseguró que sólo se trata de una casualidad.
Los checos recuerdan que en la primavera de 1939 se quebró también el badajo de la mayor campana polaca de la catedral de Cracovia y en septiembre de ese mismo año comenzó la invasión alemana y la II Guerra Mundial.
El maestro campanero Tomas Starecky, que deberá fabricar el nuevo badajo de la catedral de San Vito, dijo que evidentemente se trató de un fallo del material. El campanario original de la catedral de San Vito tenía siete campanas, pero las autoridades austrohÚngaras confiscaron en 1916 con motivo de la I Guerra Mundial tres campanas para fundirlas y hacer vainas de balas. Segismundo, la mayor de todas, y otras tres, Wenceslao y Juan y una Última sin nombre, se salvaron.
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