El nuevo ayuntamiento ha prohibido el toque de campanas alegando contaminación acústica. Las campanas tocan una vez al día a las 10 de la mañana. ¿Conseguirán dejar el barrio del Carmen en silencio? No lo creo. Seguirá habiendo un ruido infernal en la calle Caballeros y adyacentes todos los fines de semana por las noches, seguirán sonando los tubos de escape que molestan más, las sirenas y las máquinas de las obras. Las campanas son un patrimonio cultural sonoro y forman parte de la identidad cultural del barrio del Carmen pero esto no parece que le importe mucho al nuevo Ayuntamiento. Sin ese sonido nos quedamos con el barrio un poco más embrutecido, un poco más pobre, un poco más aislado: todo lleno de pintadas, bastante sucio por las esquinas y rincones de la zona peatonal y ¿en silencio?
Yo quiero seguir oyendo las campanas de la Iglesia de San Nicolás.
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