Nuestras campanas

La lectura de unas actas de las reuniones del ayuntamiento nos permiten conocer algunos datos sobre la refundición de la campana de San Antonio, para el campanario de la iglesia y de la fundición de otra para la ermita de Santa Bárbara. En la sesión celebrada a finales del año 1888, siendo alcalde Vicente Benages Ferrer, y con asistencia de un grupo de contribuyentes del pueblo se firmó un contrato con el campanero Pedro Palacios, vecino de Benaguacil.

Los acuerdos más importantes que se tomaron en esta sesión fueron los siguientes:

• el campanero cobraría por su trabajo a razón de 35 pesetas la arroba , debiendo utilizar material de buena calidad
• la campana de Santa Bárbara debía pesar 4 ar robas y la de San Antonio 20
• el municipio tenía que aportar la leña necesaria para la fundición y un grupo de personas debían ayudar al fundidor.
• el importe de la campana de San Antonio se satisfaría, una parte, con los fondos (cofradía) del Santo y el resto sería aportado por los vecinos que también debían pagar la de Santa Bárbara.

Con estas nuevas campanas quedaron completados los cuatro huecos del campanario de la Iglesia Parroquial y uno de la ermita de Santa Bárbara. Los nombres populares que tenían las campanas eran; “la gorda o del reloj”, de sonido bronco y fuerte,que miraba al sur; le seguía, a poniente, “la sorda”, de sonido más agudo; la del norte ,“el comulgar”, de timbre fino y la nueva de San Antonio, que miraba hacia levante, más pequeña y con sonido más suave.

Durante la Guerra Civil (l936-39) a excepción de la del reloj, fueron derribadas, según se dijo, para construir cañones. Terminada la guerra fueron rehechas, quedando en su estado actual.

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© Zucaina de par en par (2008) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 27-04-2024

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