Iglesia levantada entre el 1575 y el 1616 en estilo gótico tardío. Consta de una nave de seis tramos cubiertos con una bóveda ojival y cuerra por un ábside poligonal de siete lados. Tiene el coro sobre un arco carpanel situado a los pies de la nave. Un porche o atrio porticado precede el templo; tiene aperturas formadas por tres grandes arcadas apuntadas y trompeteadas sobre robustos pilares poligonales y coronadas por agudos gabletes y una galería con barandilla calada dónde, en el año 2005, han sido situadas cuatro grandes figuras de bronce: san Miguel, santa Elena, san Benito y San Antonio María Claret; son obra del escultor vasco Luis Beitia. El atrio porticado queda cerrado por una reja de hierro forjado; encima hoy está ocupado por una gran sala de actas con el muro de la fachada recubierto recientemente de piedra calcárea que oculta bastante un gran rosetón. Los muros laterales y los contrafuertes exteriores son de tabicado.
El año 1917, según proyecto de los arquitectos Alexandre Soler y March y Amadeu Llopart y Vilalta, se construye la fachada neogótica que cierra y cubre el atrio actual con tres grandes aperturas apuntadas, a pesar de que no se llega nunca a completarla con la aguja proyectada, que tenía que medir 64 metros, por el temor que los cimientos no fueran bastante sólidos; al fondo del porche está abierta la portalada trompeteada con arquivoltas y dividida en dos portales por un mainel esculpido y un tímpano con relieves que representan la Santísima Trinidad obra del escultor Carles Armiño.
Destruido el templo en 1936, se inició la reconstrucción del altar mayor en 1940 según proyecto del arquitecto Lluís Bonet y Garí y trabajos del escultor Enric Monjo y del pintor de Sabadell Antoni Vila-Arrufat que llenan los muros y el baldaquino con la representación de Pentecostés; queda acabado el 1958. Después de la decoración pictórica de la catedral de Vic hecha por Sert, la decoración del presbiterio de la basílica de Terrassa pasa a ser la obra de arte religioso del siglo XX más importante de Catalunya. También, desde 1940, la catedral-basílica está dotada de un órgano.
Dimensiones: 48'35 x 14'46 x 22'56 metros respectivamente de longitud, anchura y altura; la anchura incluidas las capillas laterales es de 23'55 metros; el atrio porticado tiene una profundidad de 7'50 metros; por eso la longitud total, desde la calle hasta el fondo del ábside llega a los 55'85 metros.
Guarda un grupo escultórico del Cristo Yacente (1544) de alabastro, obra del artista renacentista Martí Díez de Liatzasolo; en la capilla del Santísimo del arquitecto modernista de Terrassa Lluís Muncunill figura un relieve policromado que representa la Última Cena obra del escultor Rafael Solanic y Balius (1895-19..). Conserva igualmente una imagen barroca del siglo XVIII del escultor Agustí Pujol; otra de San Ignacio del escultor Josep Maria Camps y Arnau; y,en el camarían de la Virgen de Montserrat, unas pinturas de Joaquim Vancells, Tomàs Viver y Ramon Cortés, todos ellos importantes artistas locales del siglo XX.
Campanario del gótico tardío erigido entre el 1597 y 1607. Tiene un primero alto cuerpo de planta rectangular (7'00 x 5'00 m); encima hay un segundo octogonal irregular; sus muros con enlucido tienen sillares en las cantoneras. Fue sobrealzado hasta la altura actual en 1893 según proyecto del arquitecto Ubaldo Iranzo Eiras. En la azotea, con barandilla calada, se ubicaron cuatro arcos entrecruzados que refuerzan una estructura metálica que sostiene unas campanillas, estructura que hace en total ocho metros (no contada al dar la altura). Recientemente, para reforzarlo, se ha recubierto todo el campanario de placas de piedra artificial blanca que, en la celda, dejan aperturas rectangulares, dos en los lados largos y una en los cortos; una moldura indica la separación del cuerpo cuadrado del octogonal; el resultado final de este recubrimiento, estéticamente, es negativo en mi opinión.
Situación: junto al ábside, adosado al muro del mediodía, entre éste y la capilla del Santísimo.
Altura: 47'00 metros. Este campanario queda completamente escondido por las construcciones vecinas. Ha sido imposible de medir. El dato de su altura me ha sido facilitada por el rector padre Pausas, y también es la que figura en los papeles turísticos que se encuentran a disposición de los interesados en la misma iglesia.
Esbeltez: 6,7
El campanario, de fábrica antigua, está rematado por un cuerpo octogonal, que ha sido recubierto de nuevos materiales (piedra blanca, hierro "corten") que le dan un aspecto más actual y cerrado. Los cuatro ventanales originales, que por la parte superior conservan una forma neogótica, con arcos apuntados, conservan todavía restos de la instalación original, es decir soportes de las campanas en el medio de la ventana y viga de hierro por encima, para poder actuar sobre los pesados bronces.
La escalera primera, de piedra, es helicoidal, sin eje, mientras que después se pasa a un cuerpo sensiblemente cuadra, con escalera y fábrica de ladrillo.
Las seis campanas litúrgicas se encuentran dispuestas en una doble torre metálica, que ocupa la práctica totalidad de la sala de campanas, y reposa sobre unas enormes vigas de hierro, empotradas en la fábrica del campanario. No hay otra manera de acceder a las campanas y a la terraza superior que no sea la escalada por aquella estructura, elástica para absorber las vibraciones de las campanas, y llena de manchas de grasa de las partes móviles del conjunto. La estructura no está soldada ni atornillada, sino que utiliza una tecnología hace ya mucho tiempo descartada, la unión mediante roblones.
En la terraza superior se conserva la estructura metálica original de las campanas del reloj, de principios del siglo XX, aunque la veleta parece modificada y modernizada.
En la escalera de piedra pone, inciso, a los lados y por debajo de una pequeña ventana "J. E. / Y M. / hijo - / del / Capan...", esto es hijo del campanero.
En la parte alta de la sala de campanas, ahora difícilmente accesible (escalando por la estructura metálica) pero que en su momento estaba en el recorrido de la escalera para acceder a la terraza, hay diversos grafitos de visitantes, así como en la escalera de acceso a la sala. La mayor parte es del siglo XX, entre los que destaca un "Garcia / Chispa 22-10-51" es decir la firma de un electricista. Hay también un pequeño dibujo de una campana con yugo de madera, que indica como podría ser la instalación tradicional.
Identificador: IPA-28050
Únicamente son antiguas las campanas del reloj, lo que quiere decir anteriores a la guerra civil. Precisamente por su uso cívico (toques exclusivos de las horas y de los cuartos) fueron preservadas, mientras que las otras campanas fueron desmontadas y teóricamente utilizadas para hacer armamento. Estas campanas desaparecidas estaban ubicadas en las ventanas de la torre, ahora cubiertas, de lo que quedan aún testimonios en los muros. Por tanto se balanceaban y se paraban invertidas hacia arriba, como es habitual (o mejor dicho, como era habitual) en los campanarios catalanes.
La introducción de los toques de campanas lanzadas aporta quizás una mayor musicalidad, pero rompe con todas las tradiciones, cambia los ritmos y la sonoridad e impide, sobre todo, la participación humana en los toques. Se trata por tanto de máquinas perfectas para hacer música, muy alejadas de la comunicación consuetudinaria de los sentimientos, las creencias, las emociones y los mensajes a través de los toques tradicionales.
Bibliografia (Es pot ordenar per qualsevol dels camps)
| Autor | Títol | Data |
|---|---|---|
| AMELA, Víctor-M. | "Las campanas tienen su sexo y su voz" | 2007 |
| COLOMER, Sergi | Campanar del Sant Esperit | 2014 |
| COLOMER, Sergi | El campanar del Sant Esperit | 2015 |
| LLOP i BAYO, Francesc | Les campanes i la llengua | 2012 |
