Descripción |
En el centro de la sala de campanas, y a cobijo de una caseta de madera –que invade gran parte del espacio–, se conserva la antigua maquinaria del reloj. La maquinaria fue instalada a mediados del siglo XX por la empresa vitoriana Murua, que en aquellos años había fundido también una nueva campana para la torre. De hecho, el binomio del reloj y su campana, vino a ocupar el espacio del antiguo servicio horario de Biescas, perdido con la torre en el fuego cruzado de la Guerra Civil. El nuevo reloj es una maquinaria típicamente industrial, con un tren de movimiento, conectado a la esfera exterior; y un segundo de sonería, que tocó horas y medias con la campana mayor, por acción de un mazo. |
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