Este toque, recogido en la Catedral de Barbastro en Aragón, se utilizaba para acompañar el paso del señor obispo desde el palacio episcopal hasta la catedral, para celebrar un pontifical, es decir una misa de fiesta importante.
El toque se acelera conforme se acerca a la catedral, y finaliza con un repique rápido, retomando al final el tema inicial