En la época a que nos vamos a referir las campanas no se encargaban en un sitio y las colocaban una vez terminadas, sinó que según la aportación de dinero se encargaba el trabajo a un herrero o similar que las iba haciendo in situ, para ir haciéndolas más grandes, se descolgaban y se le iba añadiendo el material y así se iba agrandando y engrosando según el dinero que se conseguía para ir pagando los trabajos.
Las campanas en aquellas épocas y hasta no muy lejano en el tiempo tenían mucha utilidad, era un medio de comunicación para los habitantes, cuando tocaban se oían a mucha distancia, tengamos en cuenta que no había coches ni nada que provocase contaminación acústica como en nuestros días.
Además de los toques que anunciaban misas, difunto, y que según fuese el sonido de dicho toque se podía saber si el fallecido era hombre o mujer, niño, adulto o anciano..., también con la campana se anunciaba las horas, y el medio día , así la gente que trabajaba alejado de los núcleos de población sabía que hora era, se anunciaba con las campañas un posible peligro que amenazase a los vecinos (arrebato), o servía para concentrarlos...., seguramente habría infinidad de toques diferentes que todos conocían.
Hoy, en nuestra época la mayoría de los campanarios son electrónicos, pero aquí quiero señalar que aunque el reloj de nuestro campanario es electrónico, el toque que se realiza para difuntos, misas, etc, se sigue realizando manualmente, así en este apartado he de mencionar a nuestro entrañable campanero(Lis), que es el que se encarga de este trabajo, que parece sencillo porque el sonido de nuestras campanas forma parte de la vida de la parroquia, pero pensando un poco en este tema esta es una de las costumbres que se están perdiendo a lo largo de la geografía española, y sin embargo aquí se sigue conservando, no sé por cuanto tiempo ya que parece que nuestro campanero no tiene sucesor que valla aprendiendo ese arte que presumo muy complicado y necesita años de entrenamiento.
1688-1690; La cofradía de S.Roque ayudó en el pago de la campana.
1713-1715; Se pagan por la Cofradía de S.Roque 66 reales a Simón González, campanero de Pontevedra, para ayuda de una de las campanas (1713), hay, por lo tanto, dos campanas.
1714, se aportan otros 43 reales.
1715, hay otro gasto de 62 reales, quizá antes de estas fechas hubiese solo una campana y ahora se haga otra que se paga en tres años.
1764-1766; Se refunden y amplían las dos campanas, la mayor cuesta 1961 reales, que se paga así:
Cofradía de S. Roque; 580 reales
Cofradía de el Santísimo: 605 reales.
Cofradía de S. Antonio: 397 reales
Fábrica: 379 reales
1789; La Cofradía de S. Roque aporta 635 reales para el aumento de la campana.
Parece que 23 años antes o no se amplió una de las campanas o, si se hizo, se consideró conveniente volver a hacerlo después. Para esta misma campana la Cofradía del Santísimo aportó 599 reales y la de S. Antonio 698 reales, además 111 reales para los herrajes, en total 2043 reales, cifra semejante a la de los 23 años anteriores.
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