Campanas "El Rosario" ha actualizado su foto de portada (27-04-2014) - Autor: CAMPANAS "EL ROSARIO" / FACEBOOK
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Se dice que las campanas alaban a Dios, reúnen a los sacerdotes, convocan al pueblo, alegran las fiestas, lloran a los muertos y ahuyentan las tempestades; este arte milenario que inició a partir del siglo XVI en Tlaxcala con la llegada de los españoles. Ocotoxco, cuna de campanas
El Pueblo de El Rosario Ocotoxco se ubica al noreste de la capital del estado de Tlaxcala, a unos 25 kilómetros sobre la carretera México-Veracruz. En el lugar que lleva por significado "Tierra de ocotes y conejos", del municipio de Yauhquemehcan. Ahí, desde hace varias generaciones, prevalece la creación de verdaderas obras de arte: las campanas.
De esta artesanía, aunque es de gran importancia, se conoce muy poco respecto a su elaboración y, a decir de los propios campaneros, "es necesario rescatar el valor cultural que representa el arte milenario", que ha sido heredado desde la época colonial de padres a hijos y a la fecha se conserva la misma técnica para su creación.
La palabra campana va más allá de su valor religioso, está compuesta por un yugo, corona, cabeza, hombro, cintura, anillo sonoro, labio, boca, badajo y el cordón, es un dispositivo simple de sonido. Es un instrumento musical de percusión y un idiófono. Su forma generalmente es de un hueco, en forma de platillo, que resuena al ser golpeado.
El llamativo instrumento puede tener una esfera libre incluida dentro del cuerpo conocida como badajo.
En la creación de una campana artesanal se utiliza el método tradicional o rudimentario, igual al que enseñaron los españoles a su llegada utilizando los mismos materiales como la tierra, barro, teja, ceniza, adobe, ladrillo, fleje, leña, entre otros objetos para la construcción del molde.
La calidad se la da el tipo de material que sea usado en el nacimiento de una nueva campana, el bronce le da fuerza o resistencia a los embates del badajo; el cobre le da elasticidad, la campana se vuelve más resistente; el estaño brinda a las campanas un sonido especial, ayuda al cobre y al bronce para obtener un buen sonido de acuerdo a la proporción que se tenga; la plata fortalece la elasticidad de la aleación pero lo más importante es el apoyo que da el sonido de la pieza; mientras que el oro le da una indudable cualidad sonora, una campana con una buena proporción de oro le daría un matiz incomparable a su sonido, además de la calidad, dureza y valor económico.
Para el proceso de fundición, una vez cargado el horno con el material, se prende el fuego con leña, se atiza hasta llegar a temperaturas que superan los dos mil 500 grados centígrados, que sirven para disolver los materiales. Para fundir unos 500 kilos de material se lleva a cabo este proceso en unas 10 horas, la artesanía de las campanas es hermosa en su totalidad pero muy rudo en la creación de las mismas.
El proceso de fundición es largo y tardado, pero al ir derritiendo los materiales da a la campana buen sonido, durabilidad y calidad.
En el momento de fundir una campana se tienen diversas creencias, pues se dice que los artesanos conceptúan que si durante el vaciado del material hay una mujer presente, éste proceso no se puede concretar.
Una vez concluido el proceso de manufacturación, la sonoridad de la pieza debe ser clara y armoniosa; de lo contrario, se dice que la campana es considerada como sorda; mientras que el costo se concreta a partir del peso, que va de los 50 kilos hasta una tonelada o más, dependiendo de los materiales empleados.
Una disposición canónica establece que las catedrales deben contar con cinco o más campanas; las parroquias con dos o tres, mientras que las iglesias y capillas sólo con una, de ahí que en Tlaxcala se estima que existen más de 100 obras.
Entre los templos que cuentan con campanas elaboradas en Ocotoxco, están la catedral de Apizaco, el santuario de Ocotlán, el santuario de La Caridad en Huamantla, el templo de Zacatelco y las campanas de las principales iglesias de Puebla y Cholula.
Los artesanos de Ocotoxco han hecho cientos de campanas para diversos estados del país e incluso algunas para el extranjero.
Se han hecho campanas para diversos estados de la República, de hecho la mayoría de las creaciones se encuentran en templos de Puebla y Tlaxcala con sonoridad única.
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