La parroquia de esta barriada ha instalado en su cubierta un campanario metálico que le otorga un aspecto religioso inconfundible.
La campana fue donada por una congregación de monjas en 2005
San García Abad tenía desde hace tiempo la cuenta pendiente de hacer que el edificio religioso no diera lugar a confusión. Era relativamente usual que los ciudadanos, especialmente los ajenos a la barriada, no la distinguieran por ejemplo de una sucursal. Su único elemento indiscutible era una cruz negra colgada en su fachada principal. Hoy el campanario metálico, recientemente instalado, le otorga una estampa inconfundible en la avenida 28 de Febrero.
Era un problema menor que la iglesia llevaba arrastrando casi desde que se construyó, hace 20 años. Los propios feligreses reconocían que por el diseño -redondeado y con una cúpula en la cubierta- y por el color -albero- no parecía del todo una iglesia. Vieron que la solución pasaba por la colocación de un campanario, aunque no era tan fácil, ya que su construcción rompía la estética, que va en consonancia con la zona. Y eso que la campana la tenían. Una congregación de monjas se la donó en el año 2005 cuando era párroco Ángel García y hasta agosto pasado estaba en un almacén. Tras varias consultas, decidieron que el campanario tenía que ser metálico. La forma representa tres cruces: la principal es de color oscuro y las otras dos sostienen la campana.
El vicepresidente del consejo pastoral de esta parroquia, Ángel Corbalán, recuerda que hace un año el párroco Andrés Antonio Drouet, actual director de la pastoral vocacional y de la juventud de la diócesis de Cádiz y Ceuta, propuso en un consejo parroquial a una serie de feligreses comprometidos instalar una base en el tejado del templo para colocar un campanario acorde con la estética. En la elaboración de esta instalación ha desempeñado un papel primordial el trabajo desinteresado de un cristiano anónimo y amigo del padre Andrés Drouet. Además, la iglesia aprovechó esta actuación para arreglar la cubierta, que sufría filtraciones y que ya está impermeabilizada.
Corbalán cuenta que el pasado 9 de agosto regresaron en autobús unos peregrinos de San García Abad, entre los que se encontraba el sacerdote Andrés Drouet, del Jubileo de Santiago de Compostela. Fueron unos 2.000 jóvenes de esta diócesis allí. Se emocionaron al escuchar por primera vez el repicar de la campana. Especial fue para el padre Drouet. Fue su mejor despedida, ya que desde el pasado 29 de agosto el titular es José Carlos del Valle.
Lejos quedaron aquellos sonidos grabados que se emitían por unos altavoces para convocar a misa a los cristianos. El sistema, cercano al altar, es automático y hace que suene a las 12:00 -hora del ángelus- y en las llamadas previas a las eucaristías. "Ahora ya sí parece realmente una iglesia", reconoce Corbalán.
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