Una exposición, un estudio y un inventario, son el núcleo central del proyecto EL SONIDO DEL BRONCE, Las campanas de Bizkaia, un ambicioso trabajo con el que el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia quiere no sólo dar a conocer sino, lo que es más importante, recuperar una parte importante de nuestro patrimonio histórico, hoy prácticamente en desuso: Las campanas, o lo que es lo mismo, la voz de nuestro pasado.
La exposición, que se exhibe en la Sala de Exposiciones del Departamento Foral de Cultura hasta el próximo 13 de mayo, incluye entre otros objetos, una serie de campanas traídas ex profeso para esta muestra, y seleccionadas por diferentes características, desde su gran tamaño y peso, pasando por las más antiguas, decoración, inscripciones en euskera o por los impactos de metralla de la Guerra Civil.
Acompañando a la muestra, se ha realizado un estudio a cargo de historiadores en el que se aborda desde su fabricación, significado de sus sonidos y diferencias según las localidades, simbología, hasta sus usos en el ámbito marítimo y pesquero, ferrocarriles y tranvías.
El inventario, recogido íntegramente en un Cd con motor de búsqueda, identifica hasta 1.186 campanas, prácticamente el 90% de los bronces de Bizkaia.
Con el objetivo de recuperar una parte importante de nuestro rico patrimonio histórico, hoy prácticamente olvidado, el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia ha realizado un ambicioso trabajo bajo el título genérico de EL SONIDO DEL BRONCE, Las campanas de Bizkaia.
Para ahondar aún más en la importancia de estos elementos, considerados en su día como la voz y el lenguaje de los propios pueblos, este proyecto cuenta con tres elementos íntimamente conectados:
Una exposición con una selección de campanas traídas expresamente para esta muestra; un inventario que recorre la práctica totalidad de estas piezas sonoras en Bizkaia y un estudio con el rigor científico de diferentes historiadores que nos acercarán a todo lo que rodeaba al mundo de las campanas.
La muestra que se exhibirá en la Sala de Exposiciones del Departamento Foral de Cultura, C/ María Díaz de Haro nº 11 de Bilbao, hasta el próximo 13 de mayo, tiene como objetivo prioritario dar a conocer al público vizcaíno el panorama campanero, a menudo desconocido, de sus propias localidades. Su mismo título El sonido del bronce, responde al sonido que realiza el badajo al golpear las campanas, fundidas habitualmente en bronce.
Con un formato sencillo, pero al mismo tiempo atractivo desde el punto de vista visual, la exposición cuenta con dos bloques temáticos:
El primero de ellos, titulado De bronce a campana, arranca con una explicación acerca de la fabricación de una campana, tanto de manera artesanal como industrial, mediante varios paneles explicativos y diversos moldes fabricados exclusivamente para esta exposición en la fábrica palentina de Campanas Quintana.
En una especie de túnel por el tiempo, por el que se discurre en una rampa ascendente, se describe la evolución histórica que, en Bizkaia, se ha producido de la fabricación del mundo artesano (con la correspondiente existencia de maestros campaneros, del oficio itinerante, la creación de sagas de maestros), al industrial que desde 1860 domina el sector con la creación de empresas y talleres fijos, nuevas formas de comercialización, etc.
Esta rampa culmina en una rotonda alrededor de una gran campana procedente de la Iglesia de San Agustin de Etxebarria de Elorrio con más de 2.000 kilos de peso, una de las más grandes de Bizkaia.
Desde esta rotonda, y como si el espectador estuviese subido al campanario de la Iglesia de Elorrio, se visualiza y se pasa al segundo espacio expositivo: De campana a palabra. Un espacio que tratará del lenguaje de las campanas entendido como el código que sirve a la comunidad para comunicarse, código cuyo intérprete y depositario es el campanero.
En esta gran sala el visitante tiene la posibilidad de conocer la historia de las campanas, la morfología de las mismas -tanto sus formas como sus partes-, sus diferentes tipologías -romana, esquilonada o mixta-, las diversas formas que, para hacer sonar los bronces, tienen los campaneros vizcaínos -repique, tañido o volteo- y los numerosos toques que existen en las localidades del territorio histórico de Bizkaia -para anunciar muertes, nacimientos, fiestas, misas, ahuyentar tormentas, etc.-.
La muestra discurre entre imágenes de campanas vizcaínas, torres de campanarios. e incluso se han traído las campanas que, por diferentes razones (peso, decoración, inscripciones, etc.) han sido consideradas como las más interesantes de Bizkaia.
Como complemento a todos estos elementos, una pantalla de grandes dimensiones ambientará visual y sonoramente la muestra proyectando el sonido de once toques diferentes grabado en la Iglesia de San Miguel de Iurreta: el Angelus, toque de arrebato, procesiones, fiesta mayor, …
Asimismo un carillón de 16 campanas mostrará la vinculación de las campanas con las composiciones musicales.
La exposición culmina con una descripción de otros usos públicos de los bronces: el naval, en puertos y barcos, y el ferroviario constatando cómo hoy en día en el Tranvía de Bilbao se ha digitalizado el sonido de una campana histórica como distintivo de estos vehículos.
Como se decía anteriormente, para esta muestra se han traído y, por tanto desmontado de sus respectivos campanarios, trece piezas que han sido seleccionadas por sus diversas características, (gran tamaño y volumen, antigüedad…). Muchas de ellas han sido bajadas por primera vez de sus respectivos campanarios.
FECHAS Y HORARIO EXPOSICIÓN: Del 25 de febrero al 13 de mayo 2005. De lunes a viernes de 10 a 13 h y de 17 a 21 h. Sábados: de 10 a 14 h. Domingos y festivos cerrado.
LUGAR: Sala Exposiciones del Departamento Foral de Cultura. C/ María Díaz de Haro, 11 de Bilbao.
VISITAS GUIADAS Y ESCOLARES CON CITA PREVIA: Tfno: 94 406 77 37. ondarea@bizkaia.net www bizkaia.net CONFERENCIAS:
Los días 7, 21 y 28 de abril
Títulos
Tal y como viene haciendo el Departamento de Foral de Cultura en sus últimas exposiciones, se ha realizado de forma complementaria a este trabajo un amplio catálogo en el que se trata de recoger en varios artículos la tradición campanera de nuestro Territorio, desde los maestros fundidores vascos hasta los usos y toques de las campanas, pasando por la utilidad de los bronces en los barcos, los ferrocarriles y los tranvías, así como su musicalidad y, finalmente, el proceso de fabricación industrial.
El objeto de este trabajo es conocer y dar a conocer las campanas que existen en Bizkaia. Para ello se ha editado este inventario, al que se le ha adjuntado un CD-rom en el que aparecen recogidos más ampliamente todos los datos recopilados.
El propósito de este proyecto ha sido el acercarnos al mayor número posible de campanas, atendiendo a un muy amplio espectro que va, desde las iglesias parroquiales y conventos, a cofradías de pescadores, casas consistoriales, centros de enseñanza, hospitales, estaciones de ferrocarril, cementerios, museos y hasta alguna colección particular. También se ha llegado a muchas ermitas aunque de ellas sólo a las más accesibles.
Ha sido al final 1.186 el número de campanas inventariadas, cifra muy elevada, que supondrá, además, alrededor del 90% de los bronces del territorio vizcaíno.
La lectura y estudio de las campanas se ha realizado in situ, accediendo a los campanarios o espadañas de cada iglesia del territorio vizcaíno, portando los útiles necesarios para llevar acabo el inventario: cinta métrica, escalera portátil, espejos articulados, cámara de fotos, calculadora y fichas técnicas.
Se ha elaborado una ficha por cada campana en la que se contemplan diversos aspectos, sobre todo los físicos y morfológicos: tamaño-peso, forma, ornamentación, epigrafía, yugo, mecanismos de toque, estado de conservación, etc. fotografiándose asimismo cada campana. Este trabajo de campo, cuando ha sido posible, se ha completado con una documentación bibliográfica.
De los 1.186 bronces catalogados, el 20´73% es del tipo romano, es decir, de hombros rectos y faldón casi vertical; el 78´85% son esquilonados, esto es, con hombros rectos y copa alargada; y sólo el 0´42% son mixtos, una mezcla de las dos anteriores.
Teniendo en cuenta el tamaño de las campanas, el panorama en Bizkaia es el siguiente:
Las piezas más grandes están en la iglesia deSan Agustín de Etxebarria, en Elorrio, y en la parroquia de Andra Mari de Lekeitio de casi 3 toneladas cada una. Otras muy voluminosas, son las de San Pedro Apóstol de Dima, con 2.371 kgs., La Asunción de Nuestra Señora de Xemein, con 2.240 kgs., Santa María de Uribarri en Durango, con 2.156 kgs., una segunda de San Agustín de Etxebarria de Elorrio, con 2.115 kgs. etc.
En el lado opuesto, la más pequeña ha resultado ser un cimbalillo de una colección particular de Bilbao; no tiene más que 0,10 m. de diámetro y unos 500 grs. de peso. Otro cimbalillo de los más pequeños, del s. XV, es el de las monjas Clarisas de Gernika y mide 0,11 m. y pesa 770 grs. En cuanto a peso, la media está bastante inclinada hacia las campanas que pesan alrededor de 200 kgs, más pequeñas que la media en Castilla o Navarra.
Las campanas en uso son el 79,66 % y las campanas en desuso el 20,34 %. De entre estas últimas, las rotas (rajadas y otras situaciones) son el 7,36%. De esta estadística se deduce que en Bizkaia hay cierta conciencia de refundir, ya que resulta muy corto el porcentaje de piezas rotas.
Por edad las campanas se dividen en artesanales (hasta 1860) e industriales (desde 1860). La más antigua parece ser una de la iglesia de Santa María de la Campa, en Erandio, que sería aproximadamente de 1520, aunque la más vieja de la que tenemos la fecha exacta (1558) es la que está en los jardines de la Colegiata de Zenarruza.
Fase artesanal: Supone un porcentaje del 27,56% (de las datadas)
Fase industrial: Supone un porcentaje del 72,44% (de las datadas)
Esta fría estadística nos oculta los nombres de las poblaciones donde este patrimonio sonoro tiene vigencia. Así que para hacerles justicia hay que expresar que:
Dentro de la fase artesanal destacan los nombres de campaneros como Hoya, Tigera, Eizaga, Lastra, Sauto, etc. Al llegar la industrialización al mundo de la fabricación de campanas, en Bizkaia tendrán mucho peso fundamentalmente 3 empresas: Murua, Echebaster, ambas de Vitoria-Gasteiz, y Perea, de Miranda de Ebro, todas ellas ya desaparecidas.
Hoy en día son 3 también las empresas que se dedican a fabricar campanas para los campanarios vizcaínos: Quintana, Portilla y Caresa, aunque esta última tiene una presencia meramente anecdótica.
Como se decía anteriormente, en el País Vasco no ha sobrevivido ninguna empresa y los arreglos, sustituciones y refundiciones de las campanas de Bizkaia los hacen actualmente las firmas citadas que son las dos únicas que existen en el Norte del Estado: los Quintana (Saldaña, Palencia) descendientes de los campaneros santanderinos nómadas del siglo XVII, y los Portilla (en Cantabria).
Las campanas suelen estar bajo la advocación religiosa de algún santo o santa. Lo normal es que sea el titular de la iglesia. De las advocaciones generales, la más frecuente es Santa María, seguida de Santa Bárbara, por ser protectora frente a las tormentas.
Estas advocaciones se suelen plasmar en inscripciones alrededor de la campana, en las que se solicita la bendición del santo a quien están dedicadas o contienen una oración, ya sea en latín o en castellano e incluso en euskera, siendo la inscripción en euskera más antigua encontrada en una campana la de la iglesia de Andra Mari de Gernika, s. XVIII, aunque también hay inscripciones de índole política y otras que recogen el nombre del donante.
Las campanas se las ha visto pender de diferentes elementos soportantes. El más frecuente es la torre (64,58%) y luego las espadañas (22,51%). Pero también de lugares menos habituales (12,47%): armatostes metálicos, vigas de hierro, maderos en los porches de las iglesias o ermitas.
BIZKAIKO FORU ALDUNDIA / DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA (2005)
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