"Campanas en la noche" es un concierto muy especial que el lunes 12 de junio podrán escuchar los habitantes de Toledo. La ciudad se concierte así en una gigantesca caja de resonancia a modo de guitarra de piedras cuyas cuerdas tienen forma de campanas.
Comenzará a las 22.30 del lunes 12 de junio en la iglesia de San Nicolás y finalizará a las 23.15 en la Plaza del Ayuntamiento, donde las campanas de la catedral primada pondrán el broche final al acto.
El toque de las campanas ha desempeñado un papel muy importante en la Fiesta Grande de Toledo. Antiguamente, ya desde la víspera, se tañían las campanas como preludio de la festividad, y el día del Corpus volvían a tener un papel destacado llamando a maitines, laudes, anunciando la Misa, la salida de la Custodia e incluso durante el transcurso de la procesión las campanas de distintas iglesias iban dando fe del momento en el que el Sacramento pasaba cerca de ellas.
Así lo explica el profesor de guitarra de la Escuala Municipal de Música "Diego Ortiz", José Luis Navas, compositor del concierto "Campanas en la Noche", que tendrá lugar a partir de las 22.30 horas del lunes 12 de junio sobre el escenario aéreo que conforman campanarios y espadañas del Casco Histórico toledano. Navas y sus colaboradores, alumnos de la escuala, pretenden "dentro de nuestras modestas posibilidades", que las campanas de Toledo sean protagosnistas por una noche, conviertiendo las calles de la vieja ciudad en "gigantesca caja de resonancia de naturaleza pétrea", que el sonido se funda con el aire y los olores de la noche, y circule libremente modulándose y matizándose en cada esquina, en cada callejón. Los músicos de este concierto de campanas aladas son 25 alumnos y su profesor, los cuales se repartirán por campanarios y espadañas para dar forma a la melodía. José Luis Navas es el único que irá a pie, junto al público, haciendo el recorrido establecido por si hay que modificar algo sobre la marcha. Todos ellos estarán comunicados por sus teléfonos móviles.
La especial topografía de Toledo, cuajada de cuestas, hondonadas y colinas impide concebir este concierto como una unidad. Se requiere la fragmentación de la "partitura" para que el éxito esté asegurado, explica Navas, porque "si estás en el Ayuntamiento no escuchas lo que suena en Santa Leocadia".
Atendiendo a estas especiales características del Casco Histórico, se ha dividido el concierto -que comienza en la iglesia de San Nicolás por espacio de cinco minutos- en cuantro partes o itinerarios. Al primero pertenecen las iglesias o conventos de la zona de Cobertizos, como Carmelitas, Santa Clara, Comendadoras y Santo Domingo El Real, y su diración es de diez minutos. En el segundo iitinerario sonarán las campanas de Capuchinos, Santo Domingo, El Antiguo, Santa Leocadia y Santa Eulalia, también durante diez minutos. A continuación, y por el mismo tiempo, les tocará el turno a las de San Antonio, Santo Tomé, El Salvador y Santa Úrsula. El último tramo se centra en la Plaza del Ayuntamiento, con las doce campanas de la catedral primada -las de sonido más grave- como protagonistas, junto con la iglesia de San Justo.
"Campanas en la noche" es un concierto que, lógicamente, carece de ensayos previos, aunque sus instrumentos (torres y campanas) sí han sido objeto de una compleja inspección por parte de los músicos. En este sentido, Navas agradece especialmente la colaboración que han prestado párrocos y comunidades de monjas para que el concierto pueda ser una realidad, así como la intervención de la jefe de estudios de la Escuala Municipal de Música, Inés Muñiz, y los propios alumnos.
Dice Navas que él desconoce cómo sonará la melodía, "vamos a la aventura", aunque está seguro de que será una música alegre y rítmica, ya que habrá momentos en que sonarán al unísono campanas o grupos de ellas de dos itinerarios distintos. Para la creación de la música también ha habido bastante "cálculo matemático". Aconseja Navas apostarse en la Plaza de Santo Domingo El Real o en los Cobertizos a aquellos que no deseen hacer el recorrido pero sí escuchar el concierto en un punto determinado de la ciudad. El concierto no será grabado, dada la dificultad técnica, por lo que la música "nacerá y morirá en el momento", lo que le confiere el carácter único e irrepetible, destaca el compositor.
