El mercado medieval acercó la Colla de Campaners de Morvedre a todos. Su puesto estaba lleno de instrumentos de percusión empleados en las ceremonias religiosas. El más curioso, un campanomóvil o campanario ambulante. “Esta feria permite llevar las campanas a la calle y recaudar dinero para repararlas, lo que al final es un beneficio que revierte en todos”, señaló Ignasi Corresa, cap de la colla.