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© Levante - El Mercantil Valenciano (2000) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 19-04-2024 |
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La campana mayor de la parroquia de Benimodo que se desplomó desde lo alto del campanario hace exactamente un año durante un volteo permanece expuesta provisionalmente en el salón de entrada del ayuntamiento del municipio a la espera de que sea ubicada de forma definitiva en una vitrina, segÚn informó ayer la agencia del arzobispado Avan.
El instrumento de 600 kilos de peso cayó inesperadamente desde una altura de 20 metros a escasa distancia de 200 personas que se disponían a participar en la procesión sin causar daños personales.
El párroco de la localidad, Vicente Fabra, definió el hecho de que no se produjeran víctimas como «milagroso». El incidente ocurrió pasadas las nueve de la mañana del 25 de agosto del año pasado, minutos antes de que diera comienzo la procesión de la Divina Aurora desde la parroquia de la Purísima Concepción, Último acto religioso de las fiestas patronales de la localidad.
La caída de la campana se produjo cuando «todo estaba preparado para comenzar la procesión. Las campanas estaban volteando y todos los festeros, autoridades, feligreses y pÚblico estaban preparados», recordó Vicente Fabra. «Algunos vecinos vieron volar por los aires la campana, como si de un platillo volante se tratase. Luego se produjo un estruendo descomunal».
Tras ello la campana, fundida en 1907, se rompió al estrellarse contra el suelo entre la iglesia y el ayuntamiento a un metro escaso del coche del párroco, segÚn relató éste. El impacto provocó un socavón en el pavimento de la calle. «En caso de haber caído en medio de la plaza se hubiera producido una auténtica catástrofe», señaló Fabra. Pese al impresionante susto, «la gente quiso que la procesión saliera, y participó en absoluto silencio en la misma, dándole un profundo sentido de acción de gracias por no haber causado daño a las personas», añadió el sacerdote.
El pasado 20 de febrero fue bendecida la nueva campana mayor de la iglesia que sustituyó a la accidentada. Al igual que la anterior, pesa 600 kilos y fue elaborada en bronce de nueva fundición por la firma especializada Industrias ManclÚs. Desde esta fábrica de campanas señalaron a Avan que el accidente «no se debió a una rotura de los mecanismos accionadores como se pensó en un principio, sino a la rotura de las asas de la campana».
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