RADIO HUESCA - La torre de la catedral de Barbastro, todo un emblema de la Ciudad del Vero
La torre de la catedral de Barbastro, todo un emblema de la Ciudad del Vero
Desde cualquiera de las calles de Barbastro se ve el punto que corona la ciudad: es la torre de la catedral. Una torre de la que, como explica el responsable de Patrimonio de la Diócesis Barbastro – Monzón, Enrique Calvera, “no se puede datar en una sola fecha, porque ha sufrido múltiples reformas hasta alcanzar su físico actual”. Proviniendo de la época musulmana, de ahí su separación total del edificio central de la catedral, la torre ha cumplido varias funciones dentro de sus muros: religiosas, defensivas y sociales, estando esta última todavía vigente.
La torre de la catedral de Barbastro está situada donde estuvo edificado el primer edificio de la mezquita musulmana, cumpliendo unas funciones muy parecidas a las que más tarde cumpliría para los cristianos: llamar al culto. Su primera remodelación la cumplió en la época gótica, y se sabe por muestras que todavía hoy pueden observarse: en el siglo XIV las tropas del rey Pedro IV, tras conquistar la ciudad, arremetieron contra más de 300 barbastrenses de aquel entonces, que refugiándose en la torre murieron calcinados. Es por ello que los muros de la parte interna del edificio se encuentran totalmente ennegrecidos.
Pero el físico de la torre tal y como la conocemos ahora no se construiría hasta el siglo XVII, cuando Pedro Ruesta realizó la contratorre o torre exterior, que recubre el inmueble del siglo XIV, y que se ha convertido en todo un emblema de la Ciudad del Vero, utilizándose incluso como icono en algunas instituciones.
En estos momentos la torre no cuenta con campanero, porque el reloj está electrificado. Calvera destaca los sonidos de campana que durante siglos pasaron de unos a otros, y que según sus repiques, se llamaba a la fiesta mayor, a la búsqueda de algún pastor en el monte, alarmaba de incendios... En estos momentos las campanas, en desuso, se encuentran dentro, firmadas por las personas que las financiaron.
Como explica el religioso, “además de la función religiosa, la torre cumple una función social aun en la actualidad”, y lo hace entre otras cuestiones con la sirena que cada día se emite a las 12 del mediodía. Según Calvera, “esta tradición puede venir de la era industrial”.
Actualmente esta torre, que según documentos mide 96 palmos (se estima que no son datos fiables, a simple vista se aprecia que la torre es mucho más alta), no se puede visitar por el estado de obras en el que se encuentra la zona en la que está ubicada, frente al Palacio Episcopal. De todos modos, una vez finalizadas éstas todos los interesados podrán subir hasta la corona de Barbastro.
