RICOU, Javier - El derribo de parte de una iglesia se exhibe en internet
El derribo de parte de una iglesia se exhibe en internet
En una aldea de la Ribagorça oscense –ubicada a muy pocos kilómetros del El Pont de Suert– abandonada durante más de 25 años | El alcalde lamenta más el mal gusto que la pérdida, por su poco valor histórico
Primero fueron las collejas y las vejaciones, después llegaron las carreras de coches y las imprudencias al volante, al mismo tiempo que aumentaban las broncas callejeras; y ahora se abre la veda con las iglesias. Los vídeos de mal gusto no parecen tener límite en internet. Una grabación colgada en un conocido portal de la red recoge el momento en el que tres hombres tiran abajo un pequeño campanario (la espadaña de una iglesia en ruinas) de una aldea de la Ribagorça oscense –ubicada a muy pocos kilómetros del El Pont de Suert– abandonada durante más de 25 años.
"Abajo la iglesia". Este es el título elegido para este vídeo, que estrena una nueva temática en internet y en el que se ve cómo tres personas se bastan, en menos de un minuto, para tirar abajo la espadaña (la estructura donde se colocaba la campana) de la iglesia de Sant Climent de Torre de Buira. Mientras tiran de la cuerda asida a una de las torres del pequeño campanario, suena de fondo una canción punk inspirada en el Padre Nuestro.
Albert Moner, alcalde de Bonansa, municipio al que pertenece ese pequeño núcleo, donde viven dos familias con niños, afirmó ayer que el hecho no es tan grave por las consecuencias de la acción (la iglesia era ya una ruina, no está catalogada y es de construcción reciente) como por la forma en la que se ha publicitado esa acción a través de internet. "En este caso duelen más las formas empleadas, al tratarse de un edificio religioso con un valor sentimental para los antiguos vecinos, que la pérdida de un patrimonio que, la verdad, no tenía apenas valor", añade Moner.
El alcalde, que se ha enterado como el resto de los vecinos de la comarca de la destrucción de esa espadaña a través del conocido portal de vídeos, ha notificado ya los hechos al obispado de Barbastro-Monzón, que es el propietario de la iglesia.
Las tres personas que aparecen en el vídeo no se identifican, pero por el estado actual que presenta esa iglesia queda demostrado que la actuación fue más allá del derribo de la espadaña, ya que también se han rebajado varios metros de la fachada principal del templo.
