De su bronce original sólo queda la campana «fabordón», fundida en 1673 y que hasta hace unos años aún se utilizaba para la «llamada a fuego». Es el carillón del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, rareza musical convertida en el único instrumento histórico del país.
Con esta tarjeta de presentación no es de extrañar que Patrimonio Nacional, en su deseo de conservar y difundir los bienes culturales que atesora, muestre especial atención a este legado sonoro. Así, para que tanto vecinos como visitantes conozcan su gran atractivo musical, durante todo el año se programan singulares recitales que convierten al Real Sitio en un gran auditorio.
Además de los conciertos que se celebran el primer domingo de mes después de la Misa Mayor, de los del último jueves de cada mes (de abril a agosto) y de las festividades de San Lorenzo, la Virgen de Gracia, Día de la Hispanidad y Capítulo de San Hermenegildo, hoy y mañana se celebrará el I Encuentro Internacional de Carillón. Su objetivo es contribuir al mejor conocimiento de este instrumento musical y a su proyección internacional.
Dos incendios
Para ello recordaremos la historia de tan raro e histórico instrumento, que ha pertenecido al Real Monasterio desde su fundación. Y es que, apenas puesta la última piedra del edificio, Felipe II encargó en Flandes este «órgano de campanillas» o «campanas de la música», que se situó en la Torre del Colegio. Sin embargo, este carillón fue destruido por un incendio en 1671. Con el bronce recuperado se fundió en 1673 la campana «fabordón», situada en la actualidad en la Torre del Reloj.
Un año después, por expreso deseo de la Reina Gobernadora, Doña Mariana de Austria, se instala un nuevo carillón, fundido por el maestro belga Melchior de Haze. De nuevo, otro incendio, en 1826, cortó su sonido hasta que, finalmente, en 1988, a instancias de la Comunidad de Madrid, se reconstruye el instrumento siguiendo como modelo cinco campanas que se habían salvado del fuego y que han permanecido en el Real Monasterio.
Realizado por la prestigiosa fundición holandesa Royal Eijsbouts, bajo supervisión de Andre Lehr, su reconstrucción respetó la sonoridad de la época y, además, le dotó de modernos mecanismos para el toque manual y automático, ampliándose el número de campanas. Este nuevo carillón, dedicado a Su Majestad la Reina Sofía, cuenta con 47 campanas repartidas en 4 octavas cromáticas. La campana mayor pesa 1.610 kilos y su tono es un re.
Carillonista de San Quintín
Para todo amante de esta música y para aquellos que aún no han descubierto sus especiales tonos y armonías, Patrimonio Nacional les anima a participar en este primer encuentro internacional. Junto al carillonista titular del Real Monasterio, Manuel Terán, se contará como artista invitado con Francis Crépin, carillonista oficial de San Quintín, ciudad hermanada con San Lorenzo.
Además de una conferencia de Terán (hoy, a las 19.00 horas) y de un concierto de Crépin (hoy, a las 21.30, en el Patio de Reyes), el encuentro incluye el espectáculo «Visiones del carillón». Se trata de un concierto audiovisual que mañana, a las 21.30 horas, aunará imagen digital, arquitectura y sonido de campanas en el Patio de Reyes.
Para descubrir sus sonoridades, no olvide tener contacto visual con la torre, por lo que la Lonja que rodea el Real Monasterio no será el espacio más adecuado. Como afirman desde Patrimonio Nacional, el mejor auditorio es el casco histórico, aunque también la lejana escucha desde la Silla de Felipe II o desde la Dehesa de la Herrería permitirá descubrir sonoridades y matices diferentes.
