J.A.M. - Las campanas de San Miguel anunciaban las tormentas
Las campanas de San Miguel anunciaban las tormentas
La ermita dedicada a la Ascensión del Señor y al Arcángel San Miguel muestra su primer dato de existencia en el año 1050, cuando se hizo donación de unas tierras en el Monasterio de San Miguel de Aritzeta.
Antiguamente se llamaba monasterio, que equivalía a una ermita con funciones de parroquia rural, no como convento de religiosos según se concibe hoy día, como recoge la web municipal.
Las crónicas cuentan que se acudía en peregrinación para pedir la curación de la costra de la cabeza que solían tener los niños de pecho. También se recoge, aunque con todas las precauciones, que los Caballeros Templarios utilizaron esta iglesia para la celebración de los actos de la orden. Recuerdan los bergareses con unos cuantos años, como la campana de San Miguel sonaba para anunciar las tormentas que se detectaban desde esta privilegiada atalaya. «Nos hacía correr hacia nuestras casas para preservarnos de las tormentas que anunciaba con su tañido».
