Imagen de las campanas, ya restauradas, antes de ser colocadas en el campanario. - Foto Ángel HUGUET
Las campanas de la iglesia parroquial de Salas Bajas (del Barroco, siglo XVII) redoblan de nuevo tras la restauración realizada en los talleres del maestro artesano Alfredo Pallás, en Lascellas. Desde el pasado 12 de junio, los vecinos escuchan los toques tradicionales con sonido diferente, propio del tañido de la electrificación de las campanas.
Estas novedades se enmarcan en el proyecto del Ayuntamiento que ha invertido 50.000 euros para la iluminación exterior del templo, dotación de reloj nuevo y restauración de dos campanas, según informa el alcalde Daniel Gracia, en consonancia con las obras de urbanización realizadas en el entorno de la iglesia.
"Había mucha faena porque estaban muy sucias por culpa de las palomas y los yugos estaban destrozados", señala Alfredo Pallás, que ha aplicado la tecnología de volteo por impulsos, sistema tecnológico muy moderno que se estrena en el Somontano. El toque manual deja paso a los nuevos avances aplicados a dos campanas con historia propia, "en la grande se conserva la fecha de fundición del año 1821 en Barbastro, aunque no figura el nombre del taller".
De aquella época son las referencias de Joaquín Pérez y Menezo, fundidor santanderino afincado en Barbastro. Según explica Pallás, "es una campana poco habitual, muy bien hecha, es difícil que haya otra similar en Aragón. Tal vez se parece a alguna de la torre de la catedral de Barbastro". Las tareas de restauración incluyen los yugos y el lavado en arena especial. Además, el maestro artesano aconseja que se libere todo el ventanal de la torre para ajustar mejor las campanas.
Estas tareas han sido de las últimas en la trayectoria profesional de Alfredo Pallás porque este verano se jubilará del oficio iniciado en 1957, en el que continúa su hijo. El martes se desplazó hasta Benasque para colocar de nuevo la campana en la iglesia parroquial, "es una pieza de estilo gótico y no se puede refundir porque forma parte del Patrimonio, así que nos hemos limitado a soldarla".
Sobre la situación de las campanas de la torre de la Catedral de Barbastro señala que "están en muy mal estado y necesitan una restauración, así lo aconsejamos en un informe porque una de ellas está rajada. De momento, el Obispado no ha dicho nada". En concreto, se trata de las campanas María de la Asunción (1954), Santa Bárbara (1941), de los muertos (1817), La mayor (1941), de los cuartos y la Raimunda (1811).
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