AUTOR: EL PERIÓDICO
Un vecino ha denunciado al ayuntamiento por superar los decibelios
Un vecino de Zuera ha llegado hasta los tribunales para denunciar el ruido de las campanas del municipio. Asegura que el sonido que produce el repicar de la iglesia, sumado al del ayuntamiento, le ha llevado incluso a precisar asistencia médica. El consistorio ya desestimó su queja al considerar que los niveles sonoros están dentro de los límites aceptables, pero el afectado ha acudido esta semana al juzgado de lo contencioso-administrativo y al de lo penal para reclamar al consistorio que rectifique.
José Aznar se trasladó a Zuera el pasado verano. Poco después presentó su queja en el ayuntamiento para denunciar lo que, a su juicio, "es un ruido excesivo". "La iglesia marca las horas, los 96 toques de las llamadas a misa, el Ángelus a las doce de la mañana, el volteo de campanas a las once de la mañana --enumera--. Y a eso se suma el campanario del ayuntamiento durante todo el día. Es demasiado".
Tras dirigirse hasta en varias ocasiones al consistorio, la Policía Local atendió sus quejas y efectuó una medición en su domicilio el 22 de agosto, que registró 62,4 decibelios, es decir, 30 más de lo permitido. Poco después, el ayuntamiento determinó que la actuación no había sido válida. Según el alcalde, José Manuel Larqué, los agentes que la llevaron a cabo "no conocían exactamente la metodología y no lo hicieron bien", por lo que otros, "más experimentados", procedieron a repetirla. Aznar, temiendo un engaño, se negó, por lo que la medición se efectuó en el domicilio colindante. El resultado arrojó 30 decibelios, dentro de la normativa.
El ayuntamiento dio el tema por cerrado, pero no así el vecino, que recurrió a un abogado y contrató a una profesional para que repitiera la medición y redactara un informe. Este, con fecha de 30 de noviembre, arroja niveles superiores a los permitido tanto de día como de noche. Es este documento el que Aznar presentará como prueba de su denuncia, en contraposición a la resolución del consistorio.
El alcalde asegura que en el tema de las campanas hay opiniones para todos los gustos, y que incluso hay vecinos que lamentan la desaparición de las anteriores sirenas. Aznar, por su parte, denuncia que el sonido, lejos de atenuarse, se ha multiplicado, y que ahora se pueden oír medias y cuartos que hasta hace unas semanas no repicaban.
Ningún otro zufariense ha expresado su malestar por esta situación, algo que este afectado atribuye tanto a la costumbre de unos como al temor de otros a protagonizar enfrentamientos con el consistorio.
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