La primera procesión de la reliquia de San Roque con motivo del Corpus Christi tuvo que variar su itinerario
Parte de la cornisa del campanario de la iglesia de San Martín se vino abajo. Una hora antes del inicio de la misa previa a la procesión del Corpus Christi una esquina de la torre del templo, catalogado de Monumento Nacional, se desprendió. El suceso pilló por sorpresa a miembros de la Congregación de la Inmaculada que preparaban un altar bajo la torre pero en otra cara del campanario.
La jornada iba a ser festiva ya que la reliquia de San Roque salía en procesión por primera vez desde su llegada el pasado sábado. La piedra caliza se desprendió a las seis en punto de la tarde tras los toques de las nuevas campanas. El suceso ocurrió en la misma puerta de la casa parroquial y originó un gran revuelo entre el vecindario.
La procesión del Corpus varió su itinerario y en lugar de pasar por la calle Francisco Pina tuvo que virar hacia la Calle Mayor. La caída de los escombros se produjo primero sobre la techumbre de una nave lateral de la iglesia creada en el siglo XVI. Este rebote no hizo más que aumentar las piedras y tejas que se desprendieron cayendo al suelo. Pronto una nube de polvo se formó como si de un derrumbe controlado se tratara. Una hora después los fieles acudieron al oficio religioso a pesar de que la entrada principal y la puerta lateral permanecían cerradas.
El Vaticano concedió el resto del patrón callosino en depósito y se expuso en el altar mayor ante des salir por primera vez en procesión. La directiva de la Cooperativa Eléctrica llevó el palio de la Sagrada Forma ya que esta institución ha sufragado el relicario que contiene una imagen del santo que se apareció en una vivienda del municipio hace siglos.
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