De esta manera continúa la tarea destinada a que nuestra ciudad sea una de las pocas del país en contar con un “verdadero carillón musical”. Dada la importancia que tuvo el acontecimiento, estuvo presente el Obispo de Azul, Monseñor Hugo Salaberry, el padre Raúl Troncoso, e importantes personalidades de nuestra comunidad.
Ayer por la mañana, en las instalaciones de la empresa Fundalum se realizó la fundición de una nueva campana que irá ubicada en el carillón de la Iglesia Central. De esta manera, siguen las tareas destinadas a la puesta en valor y recuperación del campanario de la parroquia del Santísimo Sacramento.
Por tal motivo, en la planta industrial que dicha empresa tiene en el Parque Industrial, no sólo se dieron cita los tres propietarios de la fábrica: Alberto Porreca, Omar Farah y Aurelio Maturana; sino también se pudo ver al Obispo de Azul, Monseñor Hugo Salaberry, al padre Raúl Troncoso e importantes personalidades de nuestra comunidad.
Pasadas las 11 fueron llegando cada uno de los invitados mientras el material de la campana era fundido en los hornos eléctricos. Mientras alcanzaba la temperatura ideal, Alberto Porreca, acompañado de su socios, sirvió de guía para explicarles a los invitados en que consistía lo que iba a pasar unos minutos más adelante.
“Estamos por fundir una campana que va a sonar en re, donada por la familia Amasino, y que nosotros la estamos realizando. Para eso, anteriormente ya hicimos un réplica menor, hecha en una octava, para ver y escuchar como suena. Como las comparaciones se hacen de octava a octava, fue que realizamos el otro modelo a una escala menor”, señaló uno de los titulares de Fundalum.
Al ser consultado sobre cuando podía ser colocada, Alberto Porreca señaló que se requiere un proceso de unos meses para quitarle la rebaba, afinarla y dejarla lista. Si bien faltan ajustar algunos detalles con el martillo electrónico, la idea es llegar para el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción patrona de nuestra ciudad, con la instalación de una nueva campana en las torres de la parroquia Central.
Una vez dadas las explicaciones de lo que iba a suceder, en primer lugar, como es tradición en esta clase de trabajo, el obispo Hugo Salaberry, el padre Raúl Troncoso y el Hermano Adelsio, procedieron a cumplir con la ceremonia de arrojar una moneda en el líquido fundido.
Posteriormente, los obreros, ante la mirada atenta de los visitantes, agarraron las cucharas llenas con el material fundido y con los recaudos del caso, procedieron a llenar el molde en donde se estaba armando la campana.
De esta manera, continúa la tarea de recuperar el carillón de la Iglesia del Santísimo Sacramento que, hasta la fecha, cuenta con ocho campanas existentes y otro tanto nuevas por colocar. Esta iniciativa, se inició hace un par de años cuando tras un proyecto encabezado por el padre Raúl Troncoso, profesionales en la materia encontraron que las diez campanas que ya existían eran totalmente viable para realizarlo.
Cuando se realizó la primera revisión del lugar, las campanas, musicalmente hablando, se encontraban en excelente estado. Por eso, junto al aporte de las obras que se están realizando para su reacondicionamiento, Tandil sigue su marcha para convertirse en una de las pocas ciudades del país que cuenten con un carillón tan completo y de tales características que permitirá realizar conciertos de diversa índole.
Cabe destacar que el proyecto fue gestado por Emilio y Pedro Menviele, contando con el aporte del municipio a través de la figura del ingeniero Mauricio Cabrera y el arquitecto Héctor Fernández, por la Secretaría de Obras Públicas, por la Dirección general de Cultura y Educación: Magdalena Conti.
Los hermanos Pedro y Emilio Menvielle son los iniciadores del proyecto, son los maestros itinerantes como los viejos campaneros, uno vive en Mendoza y el otro en Buenos Aires y preparan el programa para realizar el primer concierto. En dicho marco, cuando comenzaron a trabajar se conectaron con el maestro Carlos Morelli, encargado del carrillón de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, quien anticipó que, además de nuestras 8 campanas, se iban a necesitar 16 restantes mucho más chicas y de menor peso, pero imprescindibles para considerarlo un verdadero carrillón musical.
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© La Voz de Tandil (2010) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 16-04-2024 |
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