Mañana, viernes, se cumplirá un año de la caída durante un volteo, de la campana mayor de la parroquia de Benimodo, desde lo alto del campanario, donde tenía su emplazamiento a más de 20 metros de altura. La campana, de 600 kilos de peso, cayó a escasos metros de dos centenares de personas que se disponían a participar en una procesión, sin causar "milagrosamente" daño a nadie, como recuerda el párroco, Vicente Fabra. En la actualidad, la campana siniestrada, que se rompió parcialmente, permanece expuesta en el salón de entrada del Ayuntamiento de Benimodo, de forma provisional sobre una base de terciopelo rojo, a la espera de que sea instalada en una vitrina.
Los hechos sucedieron a las 9,15 horas del 25 de agosto de 1999, minutos antes de comenzar la procesión de la Divina Aurora desde la parroquia Purís
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