El presidente del Consell, Francisco Camps, estuvo ayer en Murla (la Marina Alta) para poner la primera piedra de las obras del campanario. Asistió, junto a los consellers Juan Cotino y Trinidad Miró y el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, a un oficio religioso en el que el párroco Salvador Aguado destacó la importancia de celebrar la Cuaresma. Camps recibió luego la bendición de la ceniza. Pero el aperitivo de jamón serrano y canapés que, a continuación, sirvió el ayuntamiento casaba mal con el ayuno y la abstinencia.