FEBRER, Manuel Vte. - Las campanas del templo parroquial de Alcácer

Las campanas del templo parroquial de Alcácer


El edificio del actual templo parroquial de Alcácer proviene de la reconstrucción realizada en 1725 por el Barón don Vicente de Bellvis, marqués de Bélgida, que decidió demoler el antiguo y levantarlo desde los cimientos con la ayuda del pueblo. Como consecuencia de esta reconstrucción se edificaría un pequeño campanario en el que debieron instalarse las primeras campanas, que con el tiempo, al igual que las dimensiones del templo, debieron resultar insuficientes para el crecimiento de la población. Por ello, tras las ampliaciones que se realizaron en el templo en 1805 y en 1819 se sintió la necesidad de remodelar y ampliar el campanario así como la de instalar nuevas campanas, las cuales, en 1840, tras solicitar la oportuna autorización del gobernador eclesiástico de la diócesis, fueron bajadas desde la torre de la iglesia y llevadas a la casa de doña Mariana Martínez y Llácer, en la cual fueron refundidas y vueltas a fabricar por un importe de 4.828 reales de vellón, bendiciéndose solemnemente con los nombres de San Martín y San Miguel Arcángel, en función celebrada el día 7 de octubre de 1840. Con posterioridad, hacia 1860 se instalaron otras dos campanas, suya dedicación desconocemos; y luego en 1882 la del reloj que fue colocada en una espadaña construida en la cima del antiguo campanario, bautizándose con el nombre de SANTA BÁRBARA. SegÚn reza su inscripción se fundió por Jaime Rosas el AÑO 1882.

Con el transcurso de los años, tanto la fachada como el campanario remodelados en el siglo XIX quedaron evidentemente deteriorados, y con ocasión de la visita pastoral realizada en 1924 por el arzobispo D. Prudencio Melo, llegó a considerarse imperiosa su restauración. Por ello, el cura párroco don Carlos Bosch proyectó la reforma de la fachada y elevación del campanario, que quedó terminada en 1927 tal y como hemos tenido la ocasión de observarla hasta hace poco, reinstalándose en el mismo las antiguas cuatro campanas así como la de Santa Bárbara, que fue colocada en el templete del remate del campanario, en cuyo emplazamiento había de seguir sirviendo para indicar los toques de las horas del reloj. Sin embargo, los acontecimientos que se desarrollaron durante la Guerra Civil ocasionaron que las campanas fueran reclamadas en 1936 para munición por el Departamento de Guerra de la RepÚblica, por lo cual el comité municipal decidió lanzarlas a la plaza desde lo alto del campanario, haciéndose envío de lo que quedaba de las mismas al referido departamento el 31 de octubre de 1936 excluyéndose de la entrega la campana del reloj, que quedó en su lugar por ser necesaria para indicar las horas y por las dificultades que existían para bajarla sin derribar el templete.

Recién acabada la guerra, el alcalde D. Amalio Llácer Romero, propuso al ayuntamiento el 9 de junio de 1939, que se procediera a reponer las desaparecidas cuatro campanas de la iglesia, aprobándose que se concertara el oportuno contrato con la fundición de Roses Hermanos, de Adzaneta de Albaida, que fue firmado el 18 de junio de 1939, y ratificado en sesión del ayuntamiento del 22 de dicho mes. Los operarios procedieron inmediatamente a instalar en Silla sus talleres para proceder a fundir las campanas que en diciembre estaban acabadas, lo que permitió al alcalde don Amalio Llácer informar el 14 de diciembre de 1939 a la corporación que era necesaria su pronta reinstalación en la iglesia parroquial, aunque antes creía oportuno que se celebrase un acto solemne de recepción y bendición con las debidas invitaciones a las autoridades, jerarquías del Movimiento y pueblo en general para lo cual se precisaban los oportunos permisos gubernativos.

En sólo cuatro días Don Amalio Llácer removió todos los obstáculos e hizo que fueran traídas desde Silla. Bendecidas y colocadas solemnemente en el campanario en acto celebrado el 18 de diciembre de 1939, ante la presencia del cura párroco D. Francisco Bernabeu, de la corporación municipal en pleno presidida por el alcalde, autoridades y vecinos. Las campanas fueron bautizadas con los nombres de San Martín Obispo (la mayor que da a la plaza), con el Santísimo Cristo de la Fe (la del lado derecho del campanario), con el de Santa Teresa de JesÚs (lado izquierdo), y con el de Virgen del Carmen y San Vicente Ferrer (la trasera). La fundición de Roses Hermanos cobró como importe de las campanas 17.500 pesetas, precio que fue prácticamente sufragado por donativos particulares que percibió el ayuntamiento y que alcanzaron la suma de 17.000 pesetas, pagando solamente la corporación 500 pesetas.

Con el transcurso de los años, se comprobó que dos de las campanas colocadas en 1939 resultaron dañadas, por lo cual, el cura párroco don Vicente Aliaga Ferriz dispuso que fueran refundidas, primero, la campana mayor dedicada a San Martín, y luego, la dedicada a la Virgen del Carmen y San Vicente Ferrer. De este modo, actualmente sólo subsisten de las instaladas en 1939 las dedicadas al Santísimo Cristo de la Fe y a Santa Teresa, que e hallan respectivamente emplazadas en las caras derecha e izquierda del campanario, mirándolo desde la plaza. Las otras, fueron sucesivamente refundidas, primero, en 1975 la campana mayor, que fue bajada y entregada a la fundición de Salvador ManclÚs, de Valencia, para ser rehecha. Quedando tal como actualmente subsiste. Con posterioridad, en 1979 se tuvo que realizar la misma operación con la campana dedicada a la Virgen del Carmen y San Vicente Ferrer, que fue bajada y llevada a la fundición de Murua, sita en la ciudad de Vitoria, pagándose por la misma 290.000 pesetas. Por estos años también se sustituyeron los yugos de madera que contenían las campanas, cambiándose por otros de hierro que fueron conectados a un artilugio electrificado movido por motor que debía permitir la realización de los distintos toques de manera mecánica y no manual como hasta entonces se había hecho por los campaneros. La electrificación de la Última de las campanas corrió a cargo del Último campanero don Vicente Teodoro, que pagó por ella 290.000 pesetas.

Manuel Vte. FEBRER

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    Actualización: 28-03-2024
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