En la tarde de ayer domingo los vecinos de Viñales vieron finalizado uno de sus proyectos para la promoción local, la conversión en mirador de las ruinas del campanario de la antigua Iglesia. Finalmente, el nombre elegido para denominarlo ha sido Centinela de Viñales.
El proyecto ha contado además con una característica singular; la escasez de fondos para culminar la obra llevó a la Junta Vecinal de Viñales a poner en venta los 34 escalones interiores que, rememorando la película de Hitchcock, 39 escalones, permiten asomarse al mirador, con el compromiso de dejar constancia en ellos del nombre del comprador-donante.
La implicación de vecinos y conocidos superó todas las expectativas ya que la demanda fue superior a la oferta. En respuesta al compromiso adquirido desde la Junta Vecinal que preside Felicidad Manrique, la torre se inauguró con el interior jalonado de placas en las que queda constancia de los nombres de los sesenta y ocho vecinos y simpatizantes que han colaborado con aportaciones económicas o con trabajo voluntario.
Ha sido para ellos «un día de oro», al poder cumplir con el sueño de abrir el mirador y potenciar el turismo en esta zona. Las decenas de vecinos que se acercaron estaban visiblemente emocionados ante lo que ellos mismos han logrado con su solidaridad.
Esta obra es la primera fase de un espacio de ocio en el que se acondicionarán zonas verdes como jardines y paseos y se descubrirán los restos y el contorno de la iglesia que se quemó en la primera mitad del pasado siglo.
Para estas obras cuentan con la oferta de colaboración de la Escuela de Forestación del pueblo de Almázcara y de los estudiantes del curso de jardinería de garantía social, que imparte el Ayuntamiento de Bembibre.
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