En el transcurso de la mañana de ayer las cinco campanas de de Nuestra Señora de los Ángeles de Silla volvieron al campanario.
Ante la mirada curiosa de un gran número de vecinos que acudieron a la plaza Mayor, una grúa se encargó de subir los bronces, uno a uno, a treinta y cinco metros de altura. Silla ha permanecido dos meses y medio sin el sonido de sus campanas por estar sometidas a un proceso de restauración.
Los trabajos empezaron a las ocho y media de la mañana y el espectáculo se prolongó hasta las dos de la tarde, hora en la que la última campana ascendió a las alturas del campanario.
Pocos fueron los vecinos que permanecieron indiferentes a su paso por la plaza Mayor y al poder observar la subida con una gran grúa de La Grossa, La Valenciana, La Relojera, La Borrachina y La Xicoteta, las cinco campanas que fueron forjadas en Silla.
Los menos grandes se detenían asombrados por las dimensiones de los bronces y su empequeñecimiento al coger altura, mientras que los mayores ya se habían instalado desde buena mañana en las terrazas de la plaza para no perder detalle.
Las campanas han sido restauradas y se les ha cambiado el antiguo yugo de metal por uno de madera para poder realizar los toques más tradicionales. Además, la campana más pequeña, que no se podía utilizar por su mal estado ha sido refundida y podrá utilizarse a partir de ahora.
Durante dos meses y medio, las campanas han permanecido mudas, el párroco de Nuestra Señora de los Ángeles, Fernando Gómez Císcar, espera que puedan volver a repicar para la fiesta del Cristo de Silla, que tendrá lugar el próximo seis de agosto.
El trabajo de los técnicos, que se han encargado también de las labores de acondicionamiento de los bronces, se desarrolló sin ningún tipo de incidente y en apenas seis horas.
Los expertos habían colocado una malla metálica para evitar cualquier desprendimiento y han utilizado una doble cuerda con capacidad para levantar hasta dos toneladas de peso, la mitad del peso de la campana de mayores dimensiones.
Cuatro trabajadores esperaban en lo alto del campanario la llegada de cada campana, a la que ataban con cuerdas e instalaban inmediatamente en su posición, mientras desde abajo el más experimentado controlaba las maniobras.
Según comenta un miembro del equipo “a partir de ahora es cuando nos viene el verdadero trabajo a nosotros”, porque pese a que la subida de las campanas es la tarea más llamativa, la tarea más complicada no se realiza a la vista de todos.
Los técnicos permanecerán hasta el viernes para colocar los motores a los instrumentos y adecuar el cableado que permite que los toques de las campanas funciones electrónicamente.
En Valencia sólo quedan dos empresas especializadas en los trabajos que requieren los bronces.
Los técnicos comentaron que una campana necesita ser restaurada por norma general cada veinte años, el problema son los costos, que resultan bastante elevados”.
Esta empresa confiesa que cada semana trabajan en un punto diferente de España, porque según afirman “existe mucha demanda”.
Las tareas de acondicionamiento de las campanas supondrán un coste total de 27.000 euros para la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.
Pero la parroquia está dispuesta “a tirar la casa por la ventana” porque en el próximo año 2007 se conmemorará el centenario del milagro de las Sagradas Formas Incorruptas, acaecido en Silla y se pretende que la iglesia acoja la celebración con sus mejores galas.
Además en la iglesia se instalarán vidrieras nuevas y se está estudiando la posibilidad de adquirir un órgano.
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