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Las campanas de la Catedral Metropolitana de León repicaron a gloria para recibir al Papa Benedicto XVI
Las campanas de la Catedral Metropolitana de León repicaron a gloria para recibir al Papa Benedicto XVI.
En un ambiente de fiesta que congregó a por lo menos 50 mil personas en el Centro Histórico de León, según estimaciones de Protección Civil, el Santo Padre llegó a la casa de la Virgen de la Luz, santa patrona de los leoneses, en medio de gran algarabía.
El rector de la Catedral, José Salomé Lemus, acompañado del Cabildo Catedralicio dio la bienvenida al Santo Padre y a su séquito, en el que se encontraba el arzobispo de León José Guadalupe Martín Rábago.
Desde las 12 de la tarde miles de personas comenzaron a llegar a la Plaza Catedral, pasaron al menos dos filtros del Estado Mayor Presidencial.
Con el intenso calor de mediodía y cantando sin descanso el “Cielito Lindo”, lanzaban también porras para Benedicto XVI.
Poco después de las 6 de la tarde el papamóvil se vio llegar por la calle Pedro Moreno, y los gritos se hicieron más fuertes.
Tras la ceremonia de las Vísperas salió nuevamente el Pontífice y no dejaba de impartir bendiciones y sonreír complacido ante el entusiasmo de la multitud.
Detrás de él salieron los cardenales y obispos a los que la Diócesis de León ofreció una cena en el atrio de la Catedral.
Los prelados salieron contentos con el mensaje del Papa.
“Fue una jornada maravillosa en la que el Santo Padre nos dio un gran mensaje de verdad, de luz, de esperanza y de mucho amor al prójimo. Ha sido una bendición tener al Santo Padre en nuestra casa”, dijo Juan Frausto Pallares, obispo auxiliar de la Diócesis de León.
La visita del Santo Padre Benedicto XVI quedó perpetuada en una estatua que ayer fue develada en la Plaza Catedral.
La tarde de ayer el papamóvil se detuvo unos segundos frente a la escultura y el Pontífice la bendijo.
El escultor Pedro Gerardo Rodríguez, se mostró satisfecho por la bendición.
La pieza escultórica está frente al pórtico oriente de la Catedral, mide 2.70 metros de altura.
“Me llevó hacerla 41 días. Es de bronce y es un regalo que un grupo de personas hizo para el Papa”, señaló el autor de la obra.
Los fieles aprovecharon para tomarse fotografías al lado del Pontífice, aunque fuera el de bronce.
El pueblo leonés expresó con regalos su agradecimiento a Su Santidad.
El principal fue el que le entregó el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago a nombre de todos los fieles de la Arquidiócesis: una réplica de la imagen de la Virgen de la Luz, obra de Guillermo Gómez.
Julio Ballesteros y su esposa Noemí Rivera llegaron de Tizapán, Hidalgo, para entregarle a Benedicto XVI una réplica de la campana mayor de la Catedral Metropolitana de León.
Ellos hicieron los trabajos de fundición de las nuevas campanas que ayer repicaron para dar la bienvenida al Santo Pontífice.
“Es para nosotros motivo de orgullo y satisfacción que las campanas que fundimos en nuestro taller le hayan dado la bienvenida a la Catedral de León”, señaló Julio.
A su llegada al Miraflores lució el sombrero de charro con hilos de oro que fabricaron en San Francisco del Rincón, que el Santo Padre lució orgulloso.
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