¿Antiguas? Falta saber si las dos campanas tenían algún valor histórico. Desde el martes priva el silencio católico en La Palma. - Autor: EL SOL DE HIDALGO
De la capilla en honor de la Purísima Concepción, en La Palma, los delincuentes se llevaron las dos campanas que, según la población, databan de más de 50 años. Desconocen el valor, pero piden al gobierno municipal les apoye para mandar hacer otras o gestionar recursos, informó la delegada, Regina Hernández.
Reunidos con vecinos, el hecho fue denunciado en el Ministerio Público bajo el número de averiguación previa 7/III/1677/2012.
Recuerdan los pobladores de más de 70 años, que siendo niños, se quedaron sin comer porque sus papás prefirieron cooperar para comprarlas. "Fue un día de fiesta, primero las colgaron en el árbol de pirul que está enfrente de la capilla, luego ya en su lugar (a un costado del templo en una torre ex profeso).
Dos mujeres apuntaron que la madrugada en que se cometió el robo, escucharon como si un macetón se rompiera y cayera al suelo, indicativo de que estaban bajando las campanas de la torre.
Un señor mostró la cadena con que pendía una de ellas, "la encontré atrás de la iglesia (capilla) cerca del camino.
De acuerdo con lo comentado por los peritos de la Procuraduría de Justicia estatal y la gente, los delincuentes llegaron en un vehículo que estacionaron entre un muro de la capilla y milpa, las cargaron a la unidad y huyeron.
Una mujer dijo que días antes descubrieron violado el candado de la capilla de donde descolgaron las campanas, pero lo hizo público hasta el día del robo.
A los vecinos extraña que Amada Hernández, una de las encargadas del oratorio, esta vez no haya movilizado a la gente para ver qué hacer; "siempre nos anda alborotando y ahora no", incluso no permite que dentro del inmueble impartan el catecismo a los niños.
Acudieron con la titular del sistema DIF municipal, para pedirle, al igual que al alcalde perredista, Ismael Martínez, su apoyo para comprar otras.
De las dos campanas robadas, pesaba la de mayor tamaño arriba de 75 kilos, y la otra unos 55 kilos. No supieron si tenían una inscripción de fecha.
Lo que sí les quedó claro es que la comunidad es vulnerable a la delincuencia. Hace tres años robaron en la dirección escolar de la primaria Guadalupe Victoria, y hace cuatro, Amada Hernández entregó, a supuestos restauradores, la efigie de 35 centímetros de alto de la Purísima Concepción.
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