Fachada principal de la Roqueta, con la torre a la derecha
Unas pilastras en la estructura corrigen la inclinación de la torre, que ya ha causado varias grietas
Hasta el próximo día 21 se ha previsto la ocupación de parte de la calzada en la calle San Vicente para las obras de consolidación y refuerzo de la torre campanario de la Roqueta. El Ayuntamiento ha destinado 300.000 euros a una intervención de emergencia para evitar el desplome de la estructura, afectada por una inclinación que ha causado ya varias grietas visibles a simple vista.
Los técnicos municipales detectaron el problema al realizar los estudios previos al proyecto de consolidación de todo el edificio, adjudicado hace escasas fechas al despacho de arquitectura Casar y Montesinos. Con un coste de 105.000 euros, será el documento que sirva para la rehabilitación posterior.
El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, comentó que las comprobaciones de la inclinación se hicieron con medidores láser y plomadas. La solución ha sido asegurar con pilastras la torre, en una operación de aseguramiento.
La torre campanario es uno de los elementos que se mantendrán en la futura rehabilitación del conjunto. El Ayuntamiento todavía no tiene decididos los usos a los que se destinará el antiguo edificio religioso, propiedad municipal desde 1978 para evitar su derribo por parte de un promotor.
Una de las alternativas que ha cobrado fuerza los últimos meses es la de trasladar la sede de la Biblioteca Central, actualmente en la plaza de Maguncia. La Hemeroteca municipal también se vería afectadas por esta reubicación.
Sí que se están realizando obras justo al lado, en la parroquia de Cristo Rey. Una capa de mortero de color beige ha tapado por completo la fachada original, con el propósito de adecentar el inmueble. En la pared medianera del templo con la Roqueta, persiste una de las portadas románicas más bellas de la ciudad, de una categoría similar a la de la Catedral.
La portada recae al claustro y a la zona donde en los años 80 se realizaron excavaciones arqueológicas que sacaron a la luz varios enterramientos. No en vano, la tradición popular sitúa en el lugar la tumba de San Vicente Mártir.
Esta vinculación de la Roqueta con el hecho fundacional de la Iglesia en Valencia, ha motivado que en los últimos lustros las asociaciones vicentinas reclamen que el edificio reserve al menos una parte de las salas para una biblioteca de estudios vicentinos, una capilla o cualquier otro uso que recuerde al santo torturado y muerto en Valencia. De momento, el Ayuntamiento no ha confirmado oficialmente su propósito de aceptar la petición de las entidades vicentinas, por lo que el proyecto encargado al arquitecto José Ignacio Casar tendrá en cuenta aspectos generales como el aforo previsto en cada planta, para determinar los forjados y las escaleras de acceso, entre otras cuestiones. El claustro del convento se mantendrá como una de las piezas principales.
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